Querría tomar un caso de actualidad para aplicar ciertos conceptos acercados por la periodista e investigadora Natalia Aruguete, en relación a la identidad política y polarización afectiva y cognitiva, creo de relevancia: lo que está ocurriendo dentro del Partido Justicialista en relación a las elecciones internas.
El Partido Justicialista. órgano partidario del movimiento peronista, permanece acéfalo desde el 22 de marzo de 2024.Hace poco tiempo, el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, lanzó su candidatura para presidir dicho partido, a los pocos días, hizo lo propio la Ex Presidenta y VicePresidenta de La Nación, Cristina Kirchner.
Es sabido, que ninguna candidatura se oficializa, si no se cumplen con todos los requisitos administrativos ante la Junta Electoral partidaria. En el plazo estipulado, Cristina Kirchner oficializó su lista y Quintela no pudo, por no llenar los requisitos establecidos.
Es necesario hacer esta contextualización, porque en los primeros días de conocidas las candidaturas, las declaraciones públicas de ambxs candidatxs se dieron en tono amigable y luego, se tornaron duras hasta llegar a la intransigencia de una posible ruptura, en la actualidad.
¿Por qué se produjo una polarización afectiva, cuando lxs une una identidad partidaria? Si ‘’ninguna identidad es más relevante en términos políticos que la identificación partidaria’’ (Green, Palmquist y Schickler, 2002) ¿qué hizo que se abriera una brecha que transversaliza a todo el Partido, con amenazas de judicialización, de quiebre y descalificaciones?
En poco tiempo, se construyó una externalidad ( dentro de una interna, aunque suene contradictorio) y hasta un sesgo intragrupal, en arreglo a la teoría paradigmática del grupo mínimo ( Otten y Wentura,1999) en tanto cada grupo, según lo expresado por candidatxs de ambas listas, se atribuye, desde lo emocional y lo racional, las mejores aptitudes para representar al conjunto de afiliadxs, toman distancia entre sí y logran que quienes adhieren a una u otra propuesta, comiencen a reaccionar con ira e indignación, pese a compartir las mismas categorías doctrinales.
¿Es este enojo la respuesta a la ‘’amenaza de su equipo’’? (Mason, 2015, p. 130), es producto de las tensiones de las luchas por el poder, o sobre la distancia afectiva, prevalece la distancia cognitiva de la posición que asegura conocer, contar con las herramientas intelectuales mejores para dar respuestas políticas acertadas, en un contexto de tanta complejidad como el actual?
El Partido Justicialista, es uno solo, peronismos, parece haber muchos. Desde el peronismo justicialista, el peronismo ortodoxo, el peronismo revolucionario, (La Tendencia), Montoneros, Juventud Peronista, Juventud Peronista República Argentina peronismo menemista, kirchnerista y otros.
Es más que evidente que los grupos que podrían llegar a las internas justicialistas, comparten identidad política, están atravesados por la polarización emotiva y cognitiva, pero ¿comparten identidad ideológica? ¿O Son parte de una polarización sobre temas políticos? Tal parece el asunto nodal en esta discrepancia.
Quintela, aparece como un gobernador que confronta con las políticas públicas e ideología de Milei. Con mayor énfasis, también lo expresa Cristina Kirchner. Solo que el gobernador riojano, aboga por la vuelta al partido, de referentxs políticxs que hoy se encuentran más cercanxs al ideario anarcocapitalista que a Perón, algunxs de lxs integrantes de la lista ‘’Federales’’ de Quintela, votaron las leyes más controvertidas y reaccionarias de Milei, e intentan, en una avanzada machista y patriarcal, cancelar la candidatura de Cristina, con el argumento que ‘’ya cumplió su ciclo’’. Lo dicen varones, que vivieron eternamente de la política.
Por su parte, Cristina Kirchner, quien durante sus dos mandatos, con aciertos y errores, llevó adelante una política de distribución de la riqueza, estatizando empresas arrebatadas por grupos concentrados de poder, que promovió un corpus normativo, en favor de los sectores más vulnerados, entre ellos, mujeres, pobres y personas LGBTIQ, no binaries+, se resiste a reconocer como ‘’compañeros’’ a quienes traicionaron con sus acciones, no solo la doctrina peronista, sino al pueblo que confió en ellos, para concretar una de las premisas fundantes del peronismo : la justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política.
En función de lo expuesto, creo que estos dos candidatxs comparten aspectos de la identidad política, pero lxs separa la polarización sobre temas políticos en cuanto las agendas se constituyen como diametralmente opuestas, por lo tanto, la identidad ideológica, puede llegar a establecerse como una meta lejana, sino imposible. No se puede enfrentar a un enemigo político como Milei ,títere de los poderes reales y fácticos, con aliados partidarios que legitiman sus políticas públicas.
Bibliografía
Green, D., Palmquist, B., & Schickler, E. (2002). Partisan hearts and minds: Political parties and the social identities of voters. New Haven, CT: Yale University Press.
Otten, S., & Wentura, D. (1999). About the impact of automaticity in the Minimal Group Paradigm: Evidence from affective priming tasks. European Journal of Social Psychology, 29(8), 1049-1071.
Mason, L. (2016). A cross-cutting calm: How social sorting drives affective polarization. Public Opinion Quarterly, 80(S1), 351-377.