Se trata de Susana Gómez, quién afirmó que teme por su vida si su agresor sale de la cárcel y destacó que » esta justicia es asesina de mujeres», porque » termina siendo cómplice de la violencia de género, por error u omisión.
La mujer que quedó ciega como consecuencia de los golpes que le dio su marido afirmó que teme por su vida si su agresor sale de la cárcel y destacó que “esta Justicia es asesina de mujeres”, porque “termina siendo cómplice de la violencia de género, por error u omisión”.
Se trata Susana Gómez, quién habló con Télam sobre la decisión de la Suprema Corte de Justicia bonaerense de analizar la causa por la que el año pasado el Tribunal de Casación Penal bonaerense confirmó la pena a 8 años de prisión contra su marido, Carlos Ariel Goncharuk, condenado en el 2015 por el Tribunal Oral en lo Criminal V de La Plata por haber golpeado a su esposa hasta ocasionarle el desprendimiento de retina y la ceguera.
El hombre apeló la pena con el argumento de que no estaba debidamente probado que sus golpes hubieran ocasionado la ceguera de la mujer y que el agravante aplicado por haber violado la medida perimetral que se le había impuesto de no acercarse a la víctima estuvo mal aplicada.
El Tribunal de Casación Penal descartó ese agravante, ordenando se investigue ese presunto delito, pero avaló la pena impuesta en el fallo. Sin embargo, la Corte hizo lugar a un recurso de queja presentado por el condenado y ordenó al Tribunal Criminal V de La Plata que le remita la causa para su resolución.
“Estoy indignada, no lo puedo creer. Esta es un justicia asesina de mujeres, porque termina siendo cómplice de la violencia de género, por error u omisión”, dijo Gómez en diálogo con Télam.
“Si empezamos así, no sé lo que me va a pasar cuando salga libre, no voy a poder contarla, porque voy a estar dos metros bajo tierra. Me amenazó que me iba a matar, apenas terminó el juicio, esto está filmado, me dijo que me iba a enterrar”, manifestó.
Gómez explicó a Télam que “de hecho estoy viva gracias a Casa María Pueblo”, la ONG que contiene y da refugio a las mujeres y niños víctimas de la violencia de género, y destacó que la decisión de la Corte Suprema de Justicia bonaerense de analizar nuevamente la causa le provocó “un estado de shock”.
“Estoy ciega, vulnerable, concurrí a la Justicia para pedir ayuda, logré que se lo condenara por violencia de género y ahora me está pasando esto. La justicia me tiene que proteger y será responsable de lo que me pase si él queda libre”, expresó.
Afirmó además que tiene “mucho miedo” ante la posibilidad de que Goncharuk quede en libertad y remarcó que “si sale libre, seguro que va a venir a agredirme a mí, a mi familia, a mis hijos”.
Gómez está patrocinada por el abogado Dario Witt, titular de la ONG Casa María Pueblo, quién dijo a Télam que se va a impulsar una marcha a Tribunales, «porque los derechos no se regalan graciosamente, sino que se conquistan luchando comunitariamente, luchando juntos mujeres y hombres”.
Desde la Casa María Pueblo sospechan que la decisión de la Corte de revisar la causa puede hacer que se le baje la pena al condenado y “se favorezca la perpetuación de la violencia de género y la impunidad de los agresores” según explicó Witt.
Es que la defensa del imputado planteó que el fallo fue arbitrario debido a que si bien el Tribunal no tuvo en cuenta que no estaban firmes las múltiples causas por violaciones a las restricciones perimetrales que cometió Goncharuk, luego eso no lo reflejó en la cantidad de años de la pena.
En el juicio, quedó acreditado que en junio de 2011, el hombre comenzó a golpear a su mujer y tomando la cabeza de ésta la golpeó en reiteradas oportunidades contra la pared, provocándole doble desprendimiento de retina.
Gómez relató las golpizas que sufría de parte de su esposo y cómo éste le advertía «te voy a matar, te voy a dejar ciega», lo que finalmente logró.
La mujer, ciega, huyó a casa de sus padres, pero como éstos también eran golpeados debió esconderse en la Casa María Pueblo de La Plata, que resguarda a mujeres víctimas de violencia familiar y de género.
Imagen :pasado.eldía.com