Judith Torrea dejó de escribir sobre música norteña de Ciudad Juárez para denunciar feminicidios.L@s creadores de blogs son tan persegui@s como l@s periodistas: representante de la ONU
Unidas por el uso de las redes sociales en la denuncia de los abusos a los derechos humanos en Egipto, México, Sudáfrica, Uganda y Yemen, seis blogueras plantearon las ventajas de romper la brecha digital para hacer escuchar voces diferentes a las oficiales o a las recogidas tradicionalmente por los medios de comunicación.
Este grupo dejó el mundo virtual alimentado desde sus blogs y se reunió la noche del jueves pasado en el Claustro de Sor Juana, en el primer Encuentro internacional de blogueras para contar cómo emprenden su lucha, aprovechando las nuevas herramientas tecnológicas.
Para Afyfy, aquella revolución que tiró la presidencia de Hosni Mubarak fracasó. Su democracia era incipiente y los partidos políticos estaban muy inmaduros para recoger las demandas de los movimientos callejeros replicados en las redes sociales.
Por esa razón, dijo, las personas se desilusionaron, se cansaron de la revolución y prefirieron regresar a un régimen estable aunque hubiera opresión y violaciones a los derechos humanos. Con la Hermandad Musulmana en el poder siguió la pobreza para luego dar paso a un gobierno civil, pero manejado desde el ejército.
Falta escuchar a las mujeres latinoamericanas en Internet conectadas por medio de la tecnología, ya que representan sólo 25 por ciento de la blogósfera, mientras en Estados Unidos son 70 por ciento, afirmó en este diálogo, el cual estuvo moderado por la periodista Carmen Aristegui.
Al inicio del encuentro, que congregó a cientos de jóvenes, Frank La Rue, defensor de la libertad de expresión en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), expresó la importancia ganada por l@s blogue@s en denunciar abusos, por lo que igual que l@s periodistas, dijo, son víctimas de represión y ataques.
L@s organizadores del encuentro, convocado durante el Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos de México, buscan –según una declaración– abrir espacios de intercambio de experiencias entre mujeres que pudieron evadir, por medio de Internet y redes sociales, los límites de la represión y de la censura para ejercer el derecho a la libertad de expresión.