Hace cuatro años el bloguero uruguayo Emiliano Tuala difundió consejos para que los intelectuales progresistas puedan ver la Copa del Mundo sin culpa. Acá los repasamos porque siguen teniendo vigencia y le hacemos un aporte a gran parte de las personas que nos leen.

1. Criticar la inauguración
En primer lugar recomienda criticar la fiesta de apertura sosteniendo que “con lo que se gastó comían miles de africanos” o que “es lamentable que se recurra a figuras extranjeras que representan la cultura imperialista”. Sin embargo aclara que “si usted se detiene a elogiar el pan dulce de Jennifer López, su crítica perderá efecto”.
2. Todo el tiempo brinde datos sobre los países que compiten
En este punto, el autor remarca la necesidad de aportar datos extra futbolísticos sobre los equipos que participan o se enfrentan en cada partido. Como ejemplos plantea: “Colombia no sólo yerra goles, también yerra cuando apuesta a la militarización” o “Golazo de Irán, el decimoctavo país más extenso del mundo”.
3. Hinche por los países buenos
Esto suena raro ¿qué es un país “bueno”? Para Tuala son aquellos “cuyo gobierno actual sea revolucionario”. Ahora bien, si ninguno de los países que compiten es revolucionario (como suele suceder) “compare el progresismo de sus políticas públicas, y aliente al seleccionado del país más progresista. Y si aun así no encuentra mayores diferencias, opte directamente por el país más pobre y subdesarrollado”.
Finalmente apunta que si es necesario revisemos los índices de Desarrollo Humano que elabora la ONU y “si las dudas persisten, averigüe por quién hincha George Bush y simpatice por el contrario”.
4. Desee que pierdan los países malos
Como contrapartida al punto anterior se nos recomienda desear que pierdan las selecciones de “los países ricos, imperialistas, gobernados por la derecha, donde el nazismo ha resurgido o donde aún tienen lugar las monarquías”.
Pero esto no queda solo ahí sino que también corre para países que integraron el campo socialista porque “que se jodan, querían capitalismo y ahí tienen, se comieron seis con Japón”.
5. Afirme que el mundial favorece el internacionalismo
Este punto es quizás el más flojito en cuanto a la ironía, donde el autor del blog nos recomienda marcar lo bueno de que la gente de todo el mundo se reúna “con la excusa del deporte, haciendo a un lado diferencias políticas, económicas, culturales y religiosas”. Pero nos alerta que se debilitará nuestro mensaje “de amor y hermandad”, con frases del estilo: “Cómo corren estos negros de mierda” o “qué pinta de putos tienen los franceses”.
6. Sostenga que, por culpa del capitalismo, cada vez se juega peor al fútbol
“No se canse de repetir que cada vez se juega peor al fútbol, y que es por culpa del capitalismo que ha hecho un negocio abominable de un hermoso deporte”, se nos recomienda en este punto. Incluyendo además la afirmación de que cuando participaba la Unión Soviética “todo era distinto”. Y si nos piden que profundicemos, “diga que está en la tapa del libro; si insisten en la duda dígales que más sabe el diablo por viejo que por diablo… y así repita frases vacías hasta que la otra persona deje de preguntar”.
7. Despotrique contra la prensa
Este punto nos invita a cuestionar la televisación y exceso de información sobre el evento aunque miremos “todas las transmisiones existentes” ya que el mundial “sólo busca tapar otras noticias que, de saberse, pondrían en jaque al capitalismo”.
8. Proteste contra los arbitrajes
Algo ineludible es la crítica a los árbitros diciendo que “favorecen a los poderosos de siempre porque están comprados, porque el capitalismo lo corrompe todo, hasta la Justicia”. Ante los fallos favorables a Brasil o a Alemania se nos invita a gritar: “¡Juez corrupto, abyecto y mamadera!”. Ahora bien, si a nuestra selección “le regalan un gol que no fue, explique que los jueces son seres humanos como cualquiera, y que también pueden equivocarse… Ah, no, al final no cobraron el gol: ‘¡Juez corrupto, abyecto y mamadera!”.
9. Sin vueltas, disfrute el fútbol y el entusiasmo colectivo
Por último, buscando amenizar, el bloguero uruguayo nos invita a entregarnos “a la fiesta del deporte, a la belleza del fútbol y al entusiasmo colectivo, dejando culpa, rencores y reflexiones para otro momento”.
También nos pide olvidar por un rato “que el mundial es un negocio que apesta; o si usted es de derecha no sufra si, por uno de esos milagros”, un país gobernado por la izquierda “termina levantando la copa. Disfrute la vida y recuerde que el fundamentalismo es el opio de cualquier causa”.