Fue GO para Gato Negro

UN PUEBLO EN CONSERVA

Puerto Santa Cruz es noticia en el país y no por algo que enorgullezca, más bien todo lo contrario, somos noticia por un cura abusador y la complicidad de parte de la comunidad ante este hecho. Suena fuerte, sí. Es fuerte, y es doloroso. Pero, ¿debería sorprendernos la falta de empatía en esta pequeña comunidad? ¿Debería sorprendernos el trato que le dan a este y otros hechos tan graves, los que pretenden ser comunicadores en la ciudad? ¿Debería sorprendernos el nivel de violencia en las redes sociales por parte de lxs vecinxs?                       Imagen : Santa Cruz Ya!!! – WordPress.com

Dos hechos nos invitan a pensar sobre éstas preguntas: el primero es el caso del cura abusador, Nicolás Parma y el segundo, la violencia recibida por las manifestantes por el derecho a decidir.

Para quienes no están al tanto, en el año 2012 Nicolás Parma se fue de Puerto Santa Cruz con una distinción por parte del Concejo Deliberante de la localidad, y aunque suene difícil de creer fue así, se distinguió a un cura. Hace un par de semanas este ciudadano volvió a nuestra comunidad, pero esta vez procesado y a un calabozo, acusado de abusos sexuales cometidos contra varios menores de edad que estudiaban el noviciado en Puerto Santa Cruz, entre los años 2009 y 2012. El lunes pasado la jueza Noelia Ursino procesó a Parma, a quien se lo imputa por los delitos de “abuso simple doblemente agravado en concurso real con abuso gravemente ultrajante doblemente agravado en concurso real con corrupción de menores agravada”. Al cura se le imputaron tres hechos, los dos primeros con la modalidad de delito continuado.

Hasta acá la indignación parecía aflorar en la comunidad, bajo un claro silencio de las instituciones de Puerto Santa Cruz y también de las personas que ejercen en las redes sociales el rol de “comunicadores” de forma naturalizada por todxs en la comunidad.

Lo interesante aquí es ver cómo funciona y opera el hecho de comunicar.

El segundo caso que traemos, ocurrió este año cuando un grupo de mujeres autoconvocadas de Puerto Santa Cruz salió a las calles a pedir por un derecho que se les niega por el solo hecho de ser mujeres, el derecho al aborto. Una cuestión de salud pública que es tema de fuertes debates a lo largo y a lo ancho de nuestro país. Estas mujeres con gran coraje militaron su derecho en las calles y en las redes, lo que les valió ser el blanco de agresiones. Desde trabajadoras de la salud, hasta el dueño de un bar, pasando por los comunicadores sociales indignados por los pañuelos verdes, generando climas violentos en sus perfiles personales.

¿Es acaso la falta de empatía lo que nos atraviesa en Puerto Santa Cruz? ¿Cómo puede ser posible que el abuso sexual sufrido por menores a manos de un clérigo pase desapercibido? ¿Cómo es posible que un grupo de personas de nuestra localidad haga colecta para contratar un abogado para defender a un abusador? ¿Por qué no se tolera la organización de las mujeres a favor de sus derechos? ¿Por qué los “comunicadores” no hacen eco de estos hechos de una manera crítica? Desde este espacio no podemos entender el doble estándar de algunxs, la falta de empatía, la saña de otrxs. Pero de lo que sí estamos seguros es que estos hechos deben ser visbilizados. El caso Parma no puede quedar impune, la justicia y su proceso deberán dar una respuesta por todos sus delitos, y la comunidad además de ejercer la condena social deberá elaborar, con las herramientas y abordaje institucional, una crítica y deconstrucción de ciertas normas y costumbres que operan de manera sistemática en nuestro pueblo, casi desapercibidas, pero que son nocivas para el tejido social.

Deseamos justicia por los chicos que fueron víctima de Parma, deseamos justicia por los hechos de violencia de género que se dieron en los últimos días en nuestro pueblo y deseamos fuertemente poder comenzar a deconstruir una sociedad apática como en la que vivimos. No legitimemos más este tipo de acciones por el solo hecho de conocernos en una pequeña comunidad, tengamos coraje para poder construir otras formas, otras miradas, desde el amor y el respeto hacia el otro.

Ser noticia en medios nacionales porque en Puerto Santa Cruz se hace una colecta para defender a un cura abusador es nefasto. Hay cosas de la que no se vuelve más, ésta es una de ellas.