Jessica Millamán disputó hoy con su equipo Germinal de Rawson el partido por el que tanto luchó. En un día especial, su equipo derrotó 3-2 a Deportivo Madryn.
Jessica Millamán se convirtió en un ícono para los deportistas LGBT, ya que en 2013 había logrado disputar el primer torneo de hóckey con su equipo Germinal junto a sus compañeras con el DNI que avalaba lo que siempre sintió, que era mujer.
La Asociación de Hockey de Chubut no la dejaba jugar por su condición trans pero hoy después de su lucha volvió a las canchas, luego que un juez intimara a la asociación para que le dé el fichaje.
Este domingo, en un partido especial, su club Germinal ganó 3-2 en un partido de Intermedia ante Deportivo Madryn.
Días atrás, en comunicación con El Patagónico comentó: «estoy super nerviosa, pero tengo muchas ganas de jugar, estuve entrenando y en la semana igual viajé a Buenos Aires a hacer entrevistas para distintos canales, me parece muy bueno que se haya tratado con tanto respeto este tema, creo que es algo muy importante».
Jessica se convirtió en un faro para todas aquellas que sufren situaciones similares como las que tuvo que vivir, por lo que asegura que muchas chicas de distintas partes del país se acercaron a ella y armaron un grupo en donde «me preguntan cómo pude hacer esto. Lo que yo les digo es que lo primero que tienen que hacer es conseguirse un buen abogado, mi abogada (Cecilia Russo) trabajó mucho en mi caso, estuvo todo el tiempo, es muy importante tener alguien para que estas situaciones no se vivan más y no haya nadie más que viva lo que yo viví».
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