A horas de conocerse la sentencia en el juicio contra Marcos Levín, Cristina Cobos, militante dentro de las organizaciones de DDHH, hermana de Martín Cobos, asesinado en la última dictadura cívico-militar, mientras buscaban a Enrique Cobos, y Víctor Manuel Cobos, el sindicalista perseguido por defender sus derechos y los de sus pares y por quién se lleva adelante este proceso judicial, consideró: “La persecución, la muerte de Martín no tuvo ningún motivo real en contra de la sociedad sino era por lo que pensábamos y hacíamos, porque éramos una familia solidaria”.
“Yo pertenezco a los organismos de DDHH y mi compromiso es doble: para resarcir aquel mote de subversivos que teníamos. Mi hermano abrazó el sindicalismo, nosotros la militancia dentro de la Juventud Peronista. Para mí es una reparación y para los organismos de DDHH es decir: la lucha sirve, la lucha tiene sus frutos y son estos”, expresó.
“El significado del juicio va más allá de si Levín viola la prisión porque tiene un valor histórico”, declaró confiando en que la decisión del Tribunal Oral en lo Criminal Federal, será condenatorio, recordando que más allá de lo legal, el fallo tendría un valor simbólico trascendental.
“Fuera de la condena, la experiencia que tenemos de los juicios es que las personas mayores de 70 años tienen prisión domiciliaria”, refirió, señalando que muchas veces esa prisión incluso es violada, destacando, que uno de los pilares fundamentales de esta búsqueda de verdad y justicia es “que la sociedad sepa cómo fue el accionar de la dictadura en la que no sólo fueron los militares y los policías sino también los civiles”.
Una empresa criminal conjunta
Cobos remarcó como trascendental en este juicio el reconocimiento de estos hechos como crímenes de lesa humanidad, entendiendo que hubo una empresa criminal conjunta entre civiles e integrantes de las fuerzas de seguridad.
Cabe destacar que en la causa que se lleva adelante contra el ex empresario Marcos Levín, son juzgados también Víctor Bocos, Víctor Almirón y Víctor Enrique Cardozo, por los delitos de privación ilegal de la libertad y tormentos agravados en perjuicio del ex chofer Víctor Cobos.
Almirón era comisario de la Comisaría 4ta, Bocos se desempeñaba cono subcomisario en la misma dependencia y Cardozo era policía.
“Marcos Levín quería desprenderse de empleados que perjudicaban la empresa propiciando huelgas y reclamos como lo hacía mi hermano –Víctor Manuel- que era delegado de la UTA”, recordó Cristina Cobos.
De ser condenados, Cobos refirió que sería un antecedente y una jurisprudencia muy importante a nivel internacional”, destacando que a diferencia de la fiscalía se pidió una condena de 20 años para Levín, Almirón y Bocos. En tanto para Cardozo, la querella a cargo del Dr. Oscar Rodríguez solicitó 18 años.
“Es difícil esta resolución porque Levin no es un funcionario estatal”, señaló, argumentando que hay situaciones que muestran esto con claridad como el desempeño de Bocos dentro de la empresa que manejaba Levin. “Levin lo tenía empleado en su empresa. Entre otras cosas Bocos señalaba a los empleados molestos o subversivos”, remarcó.
“Mi hermano no fue el único. Hay 17 empleados más que hicieron también la denuncia que el Tribunal N° 1 de Salta lo consideró delito común, fue a la Casación y ahora están a la espera de la decisión de la Corte. Eran empleados de la Veloz de Salta y de Tucumán. Los 17 fueron acusados falsamente de robo y se les hizo firmar una declaración falsa ante un juez, arrancada con torturas. Mi hermano fue exonerado –un término no usado en el comercio- y muchos de los otros empleados fueron reincorporados”, recordó.
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