El agresor es un cabo de la Policía. Usó su arma reglamentaria.
Rompió la puerta de una patada, entró a la casa de su ex pareja y, tras encontrarla con el novio, mató al joven de seis tiros en la cabeza y a ella le efectuó tres disparos, por los cuales agoniza en el Hospital Regional.
Se trata de Alejandro Andrés Lagos, un efectivo policial de la Coordinación Operativa del área administrativa, quien fue acusado de matar a Edgardo Soto y de balear a Magnolia Salas con su arma reglamentaria 9 milímetros.
La brutal secuencia ocurrió a la vista del hijo de un año y medio que tiene la mujer.
Eran las 4 del domingo cuando Lagos fue hasta la casa de su ex pareja , con la mirada desencajada. “Los lleva al dormitorio de atrás, donde estaba el hijo y les dispara a los dos”, detalló el fiscal Maximiliano Breide Obeid sobre ambas víctimas.
Seis tiros recibió el hombre en la cabeza, mientras que la mujer, tres. “No te metas”, habría sido la frase que el uniformado le sentenció a un vecino que lo vio salir de la vivienda con el arma en la mano tras escuchar los disparos.
Tres son los testigos que lo reconocieron al entrar o salir de la casa, en el momento del hecho. “Encontré a mi mujer cagándome”, le habría dicho a una persona que lo cruzó en shock luego del crimen.
Lagos fue detenido por la Policía en la puerta de la casa, aún con el arma en la mano.
El día anterior, a las 14, indicó la fiscalía durante la acusación, Lagos había mantenido una discusión con ambos.
Por el hecho, ayer se realizó una audiencia en la que Lagos fue acusado de homicidio calificado por el uso de arma de fuego contra Soto. También por tentativa de homicidio calificado por el vínculo, en el caso de su ex mujer, quien al cierre de esta edición había sido operada y su estado era crítico.
Durante la audiencia, el fiscal solicitó tres meses de plazo para la investigación y, en cambio, pidió cuatro meses de prisión preventiva bajo el argumento de riesgo de fuga. Por su parte, el defensor Alfredo Ferreira rechazó dicha calificación y señaló que se trató de un hecho de emoción violenta.
Ferreira indicó que Salas y Lagos continuaban siendo pareja y que frente a ser engañado “se sintió herido en su honor”.
Para la defensa, la pericia psiquiátrica será vital y luego de negarse a la preventiva requerida por la fiscalía, solicitó la libertad de su defendido o una prisión domiciliaria.
Finalmente, el juez Diego Piedrabuena avaló la acusación, le dictó un mes de prisión preventiva y remarcó que el tipo de vinculación que mantenía Lagos con su ex pareja o la existencia de un engaño o no no era justificación para tal hecho. Además, el magistrado indicó que la emoción violenta no es un motivo y que, de todos modos, debía ser acreditada.
Según trascendió durante la audiencia, la mujer tenía ambos pulmones comprometidos producto de una herida de bala en el tórax.