Según la Red PAR

Amnistía Internacional, un nuevo aliado del sistema prostituyente

La Red PAR, Periodistas de Argentina en Red por una comunicación no sexista, define, construye y comunica desde una perspectiva de género, asumiendo cotidianamente el desafío de desnaturalizar la violencia de género.logo red par (1)

La propuesta de Amnistía Internacional de “Despenalizar el Comercio Sexual” favorecerá a quienes se benefician con él: el sistema prostituyente y proxeneta. Ambos expresiones del patriarcado que consolida su sistema de violencia al prostituir principalmente a mujeres, niñas y personas trans
De esta manera, los/as dueños/as de burdeles devienen en empresarios/as, quienes con impunidad promueven la trata de mujeres y niñas predominantemente de los países más pobres para satisfacer la demanda creciente de prostitución.

La trata con fines de explotación sexual es el segundo negocio ilegal más redituable del mundo. Un negocio para proxenetas y prostíbulos. También para la industria hotelera, los transportes, el llamado turismo sexual, las cajas chicas de la policía y toda una red de complicidades que involucra a profesionales de la salud, abogados/as, jueces, juezas, políticos/as.

El dinero que genera ha favorecido la economía de muchos países y no suele verse reflejado en las protagonistas que ponen el cuerpo noche a noche.

AI está proponiendo la despenalización de la “industria sexual”, lo que de hecho lleva a legalizar el proxenetismo, la tenencia de burdeles y el pago por prostituir.

La despenalización del comercio sexual en Alemania (2002) provocó la proliferación de prostíbulos que ofrecían, por ejemplo, los “Especiales de los Viernes por la noche” consistentes en pagos de actos sociales que incluían torturas. Esto llevó a los principales medios masivos de comunicación a etiquetar a Alemania como el «Burdel de Europa». La reglamentación incrementó la trata de personas con fines de explotación sexual.

En Suecia la prostitución es considerada una forma de violencia y se penaliza a los prostituyentes (“clientes”). La ley contempla campañas para desalentar la práctica, prevenir el reclutamiento de adolescentes y evitar que los varones consuman prostitución. El 80 por ciento de la población apoya la normativa. El reclutamiento de mujeres muy jóvenes y niñas se frenó. Hay 300 mujeres víctimas de trata por año, mientras que en Finlandia, país limítrofe, el número asciende entre 15 y 17 mil en el mismo período.

Argentina es un país abolicionista, la prostitución no es un delito. Sí lo es la explotación de otras personas. Entre sus obligaciones está prevenir las violencias que producen la prostitución/explotación sexual/la trata de personas y elaborar políticas públicas en educación, vivienda, formación laboral con salidas concretas para las personas que han sido prostituidas y explotadas sexualmente.

Tanto la política de los medios de comunicación como las prácticas profesionales de las/los trabajadores/as de prensa, no pueden estar ajenos a este fenómeno de carácter global; deben asumir responsablemente la complejidad que entraña la violencia de género en el sistema de la prostitución.

 

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