Un ritual masivo de las mujeres

Un ritual masivo de las mujeres

Más de 15 mil mujeres por las calles de la capital sanjuanina, un sector arribó a la catedral. Con un edificio y alrededores plagado de policías de civil e uniformados las mujeres protestaron reclamando por el aborto. Entre los cánticos y los rezos hombres y mujeres se mezclaban algunos azorados, otros acompañaban la protesta y todos registraban el clásico momento de tensión frente a la iglesia. ENM Marcha San Juan  Con el clásico cántico “que momento, que momento, a pesar de todo le hicimos el Encuentro”, como un ritual que se repite año a año, un sector de las mujeres marcha y protesta frente a la catedral, otro sigue por las calles sin detenerse frente a la catedral. Este año también se repitió con la característica que se quemó un muñeco con el rostro del papa Francisco I y una danza con los torsos desnudos de los colectivos lésbicos que danzaron alrededor de la estatua del jefe de la iglesia católica que se desintegraba rápidamente.

El estigma que las mujeres que llegan al ENM son hordas que van a destruir todo lo que encuentren a su paso es el comentario extendido en la población. Sin embargo, no pasa nada de eso mientras se inicia y desarrolla los primeros momentos del ENM, el punto de tensión lo constituye la marcha y se vive en los alrededores de la catedral una tensa calma hasta que llegan los movimientos que cantan todas las consignas contra el orden eclesial.

Lo adelantábamos en la nota anterior, que los lugares públicos están vallados y los edificios religiosos. Cercenando el derecho de las mujeres a acceder a los bienes culturales que ofrece la capital sanjuanina. Por tal caso, lo que ocurre con la casa de Faustino Sarmiento, patrimonio nacional, que está custodiado por la policía provincial e inhibido el ingreso de las mujeres. Las mujeres del ENM no pudieron entrar, pero tampoco lo pudo hacer aquella que no participaba del mismo.

También hay que decir, nobleza obliga que en el día de hoy un matutino local dedicara doble página al acontecimiento democrático de las mujeres y sus debates, resaltando el tema del aborto como uno de los temas más controvertidos por las posturas a favor de que sea respetado este derecho y aquella definición antiderechos sustentada desde la iglesia.

Pero hay un tema que es el que transforma la cara de los transeúntes, sobre todo de los varones que miran extrañados la cantidad de mujeres que con sus coloridos, sus banderas, sus cánticos, sus vestimentas, su cadencia, de todas las edades, de todos los colores, con sus más diversas sexualidades marchan detrás de la bandera del Encuentro que portan las organizadoras que tuvieron a cargo llevar adelante toda la organización.

Este es un ritual de energía, vibra todo al paso de las miles es emocionante el paso por las calles, esa sensación de poder que arremete y que descoloca por su cantidad, por su desparpajo, por su historia cimentada a lo largo de las 28 ediciones del Encuentro Nacional.

Este año hubo dos inicios de marcha, por un lado la cabeza de la marcha encabezada por la bandera del Encuentro seguida por independientes y mayoritariamente por militantes de partidos de izquierda, y por otro, en calles adyacentes las agrupaciones gremiales y también las que nuclean el kirchenerismo, en menor cantidad. Este viene sucediendo en los últimos años y en parte pone en evidencia una grieta que se produce a partir de las organizaciones político partidarias, no aparecen prácticamente banderas con colectivos feministas que agrupen de manera diversa a las mujeres.

Estuvo la bandera de la campaña nacional de legalización del aborto con los pañuelos verdes a  lo largo y ancho de la marcha, incluyendo a varones que acompañan , sobre todo los militantes de las organizaciones de la izquierda.

Claramente, la marcha tiene su punto más alto frente a la catedral, los rezos del Ave María son monocordes y compactos, mientras se mezcla con las consignas contrarias a la iglesia. Si el Papa fuera mujer el aborto sería legal, saquen el rosario de nuestras vaginas, son algunas de las tantas consignas que van multiplicándose cada año, al igual que enfrentar a cara a cara a los varones católicos inmutables en su expresión que sus curas son abusadores.

Finalizó la marcha, algunas quedan hasta último momento frente a la catedral el resto va marchando para vivir otro momento, el de la peña que intensificará los lazos luego de los debates en los talleres. Todas preparadas para esperar otra instancia clave que marcará el camino para el 2014, la nueva sede del próximo Encuentro. Salta aparece como una de las favoritas.

Imagen :  Télam