Del discurso hegemónico a la amoralidad

TRABAJADORXS DE POLKA-GRUPO CLARÍN,EN LUCHA POR SUS SALARIOS Y DERECHOS LABORALES

Desde la productora se aduce que no se pagan los salarios porque no hay tareas para asignar.

Trabajadores de Polka Producciones reclaman el pago de sueldos adeudados.

Desde la productora se aduce que no se pagan los salarios porque no hay tareas para asignar.

Gerardo Prado, delegado de la Productora, perteneciente al Grupo Artear y Adrián Suar, comentó que, tras un año con la empresa inactiva, recién en noviembre se empezaron a reincorporar algunos compañeros y a fines de marzo inició la grabación de una nueva tira. Un 80% de los empleados pudo volver a trabajar y al 20% restante le indicaron que no hay tareas para asignar y en función de esto ,no se les pagan los salarios.

“Hace tres meses, que 30 familias no están cobrando sus salarios. Los derechos de los trabajadores son vulnerados y nadie dice nada porque se trata de Clarín”, exclamó Prado, para luego contar que desde el Sindicato que los nuclea, se creó un fondo solidario para asistir a los empleados ante esta situación, con la entrega de dinero, mercadería, que se consiguen mediante rifas de electrodomésticos.

El reclamo se encuentra judicializado y se espera que la empresa haga un descargo. Mientras, el plan de lucha continúa con un paro de 4 horas miércoles, jueves y viernes, y con una asamblea el lunes próximo en la que se decidirán los pasos a seguir.

En, una nota de autoría de Martin Razzeto, publicada en la Revista Espartaco se afirma» la empresa atraviesa una de sus crisis más profundas. Paga sueldos incompletos, adeuda aguinaldos e incumple paritarias a pesar de haber recibido la ayuda del gobierno nacional a través del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP).

Hay algo que no debemos perder de vista: mientras los dueños de Polka buscan rentabilidad firmando acuerdos de producción para las plataformas de Disney y Netflix, la pandemia les sirvió de excusa -aún recibiendo subsidios estatales- para despedir trabajadorxs y avanzar hacia un modelo de tercerización que no sólo desconoce sus derechos laborales, sino que también les obliga a afrontar los costos de la incertidumbre.»