Dejar un recuerdo
Con quien he de irme, cual flores que fenecen?
Nada será mi nombre alguna vez?
Nada dejaré en pos de mí en la tierra?
Al menos flores, al menos, cantos.
Cómo ha de obrar mi corazón?
Acaso en vano venimos a vivir,
A brotar en la tierra?
Nació en Buenos Aires el 19 de noviembre de 1937, hija de padre alemán y madre polaca, que se refugiaron en Argentina en 1935 huyendo de la persecución nazi. Cuando tenía 12 años, sus padres regresaron a la República Democrática Alemana, donde conoció el horror del fascismo y se integró a la Juventud Libre Alemana para luego entrar al Partido Socialista Unificado de Alemania. Estudió en la Facultad de Letras de la Universidad Humboldt, y fue instructora de tiro deportivo.
En 1960 conoció al Che, quién viajó a la RDA al frente de una delegación comercial de la que Tamara y su madre eran traductoras. Tamara decidió establecerse en Cuba. El 12 de mayo de 1961 llegó a la isla invitada por le Ballet Nacional de Cuba de la mano de su directora, Alicia alonso.
Estudió periodismo en la Universidad de La Habana, como hablaba francés, inglés, alemán, español y un poco de italiano, trabajó en distintas instituciones.
En 1963, comenzó a entrenarse para el trabajo de inteligencia y nació Tania, la que luego sería, junto al Che, la heroica guerrillera de las selvas de Bolivia. A fines de marzo de 1964, el Che le informó los detalles de su misión clandestina en Bolivia: preparar la red urbana de un movimiento guerrillero de alcance continental.
El 9 de abril de 1964 utilizando un pasaporte con el nombre de Haydée Bider González partió rumbo a Europa occidental para aprender a transformar su lenguaje y actitudes por las propias de la sociedad burguesa en la que debía desenvolverse. Allí adoptó la personalidad de Laura Gutiérrez Bauer, argentina, con la que trabajaría clandestinamente en Bolivia.
A fines de 1964 ingresó a Bolivia y se instaló en La Paz, donde se vinculó con artistas e intelectuales. Estableció estrechas relaciones con Gonzalo López Muñoz, jefe de la Dirección Nacional de Informaciones de la Presidencia de la República, amigo personal del Presidente, quién la acreditó como agente suscriptor del semanario IPI, una publicación confidencial que él dirigía, exclusivamente al alcance de funcionarios , políticos y personas de alto nivel dentro de la sociedad boliviana. Este trabajo le permitió valiosas relaciones. Se hizo amiga de los diplomáticos argentinos, llegando a ser presentada como empleada de la Embajada, lo cual le abrió muchas puertas. Al mismo tiempo estudiaba arte folklórico, montaba la primera exposición de rajes típicos de Bolivia, reunía canciones autóctonas. Contrajo matrimonio con Mario Martínez, estudiante de ingeniería eléctrica e hijo de un importante ingeniero. De esta forma obtuvo la ciudadanía y el pasaporte boliviano.
En 1966, al iniciar la fase de preparación y organización e la lucha armada, Tania inició los preparativos para la llegada de los guerrilleros: alquiló casas de seguridad y preparó recipientes para el envío de mensajes cifrados. Cuando el Che llegó a Bolivia, le transmitió las últimas instrucciones.
En 1967, Tania visitó al Che en Ñancaguazú, llevando al francés Regis Debray. Fue un error .El Che no estaba. Mientras le esperaban, dos desertores informaron al ejército boliviano de la presencia de Tania, y el ejército localizó su vehículo con su documentación.
Tania se tuvo que unir a la lucha armada y la destinaron a la columna de la retaguardia. El Che ordenó separar las dos columnas, pero la columna donde estaba Tania fue traicionada por un campesino y el ejército los emboscó cruzando un río. Tania fue alcanzada por un disparo en un pulmón y la corriente la arrastró tendiéndola, luego sobre un remanso. Los soldados no encontraron su cadáver hasta siete días después. Aún no había cumplido los treinta años. Desde entonces, cada 31 e agosto, manos desconocidas llenan de flores aquel lugar. Sus restos, identificados y trasladados a Cuba en 1998, reposan en un mausoleo en Santa Clara, junto a los del Che.
IMAGEN: filmarchiv.at