«Los hijos creen que el señor Jara pueda ser el autor, aunque él no tiene signos de violencia físicamente. Ella era una chica grande, se defendió. Tenía aparentes heridas de arma blanca. No se colgó porque no tenía cómo hacerlo», sostuvo la abogada.
«Ella hacía muchas denuncias y siempre estaba enojada porque no había celeridad en el tratamiento de la Justicia. La llamaban para que revelara las fuentes de sus denuncias. Justamente la preservación de las fuentes es la esencia de esto, la gente se tiene que sentir segura», señaló Casarrubia.»Decía que la policía local la iba a mandar a matar. Un poco lo decía en broma, relativizaba las amenazas, pero también se ponía nerviosa», añadió.

Además, la letrada sembró dudas sobre el procedimiento de la investigación. «Me preocupa que al cuerpo lo encontraron a las 18.45 y la fiscal tardó bastante en llegar, espero que la policía no haya manipulado la escena del crimen. El celular con el que ella trabajaba y hacía sus vivos no está», afirmó.