Trata de personas

Rescatan en Santiago del Estero a una niña secuestrada y abusada en Tucumán

Una niña de 12 fue rescatada en Santiago del Estero por una mujer a la que pidió ayuda tras confiarle que había sido secuestrada en la provincia de Tucumán por sus acompañantes, dos hombres que la abusaron sexualmente y, que la llevaron hasta allí en motocicleta.personas-victimas-trata

Una verdadera odisea vivió la niña de 12 años, cuando el pasado miércoles salió de su casa en la localidad de Las Talitas, provincia de Tucumán, para realizar unas compras siendo interceptada por un vecino, quien la obligó a subir en su motocicleta.

El hecho fue descubierto cuando el hombre llegó a la vivienda de un familiar en la localidad de La Dársena departamento Banda, para descansar y presentó a la menor como su hija.

Pero la  niña aprovechó un descuido del acusado para contarle a una mujer lo que estaba pasando.

Según expresó la menor, señala hoy en su página web el diario El Liberal, se encontraba a pocos metros de su casa -donde reside con su padre y su abuela- cuando el hombre, a quien reconoce por ser un vecino, la sorprendió en la mitad de la calle y la obligó a subir al rodado, tomándola de un brazo.

El hombre le decía que solo darían unas vueltas por la zona y luego la devolvería a su casa, «sana y salva», por lo que la adolescente no gritó para pedir ayuda.

Al ver que el sujeto, que circulaba en una motocicleta de alta cilindrada, se alejaba más del barrio y tomaba caminos que no conocía, la menor se asustó y le pidió que la bajara. Lejos de hacerlo, el hombre continuó el viaje y al llegar a una zona montuosa detuvo su marcha para que otro sujeto ascendiera al rodado.

Con la menor viajando en medio de los dos -quienes la apretaban para que ésta no se lanzara al pavimento- salieron de la vecina provincia.

Antes de llegar a destino, el vecino detuvo la moto a la vera del camino y allí ambos comenzaron a manosearla.

Según la víctima, allí la amenazaron diciéndole que si decía algo cuando llegaran a la casa de su familiar -donde se suponía iban a descansar- ambos la iba a someter sexualmente y luego la matarían. Pese a esas amenazas, la menor contó lo sucedido.

Al llegar a la casa en cuestión, el abusador se presentó ante sus parientes y les señaló que el sujeto que la acompañaba era un amigo y que la menor era su hija.

En la propiedad, ubicada sobre la ruta 1, la menor encontró la oportunidad para hablar con una mujer y le confesó que el sujeto no era su padre y que éste la trajo contra su voluntad desde Tucumán.

La dueña de casa no dudó un segundo de la veracidad del relato de la pequeña y pactó con ésta fingir que nada pasaba hasta que ella pudiera hacer algo para ayudarle.

Al advirtió una actitud sospechosa entre su parienta y la niña, el hombre le pidió a la menor que saludara a todos porque ya se iban.

Allí fue cuando la dueña de casa tomó a la menor de un brazo y enfrentó al hombre aclarándole que no se la iba a llevar, ya que sabía que la niña no era su hija.

Cuando la mujer señaló que la policía ya estaba en camino, los secuestradores huyeron.

 

Imagen :www.anesvad.org