Muchos preguntan ?quién es?, o tal vez ?que es?, otros quizás ?es?, pero nos animamos a decir solo ?es?. A largo de nuestra vida construimos mediante un proceso de relaciones entre los diferentes grupos humanos ?nuestra identidad?. Esta identidad esta colmada de identificaciones con el otro, donde elegimos y tomamos decisiones de lo que nos gusta y de lo que no nos gusta en materia de música, deporte, moda, etc.
Cuando venimos al mundo es decir cuando nacemos, lo primero que determina nuestra identidad es el sexo/género con el que nacemos, varón o mujer será la denominación de inscripción en el Registro Civil, a partir de allí serán llamados ?Juan, Lucia, Agustín, Sofía? etc., también se utilizaran colores celestes y rosas para identificarlos, juguetes como muñecas para ellas y pelotas para ellos, irán a salitas educativas que compartirán juntos; pero que tendrán que separarse en el contexto áulico los varoncitos para un sector y las mujercitas para otro sector, los baños serán destacados por imágenes según los dos sexos determinados, transcurrirán la escuela primaria donde prevalecerá esta división que desde el nacimiento fue marcado e impuesto. Y en la escuela secundaria para continuar con la línea estructural de la sociedad, prevalece la división antes mencionada y marcada por la institución, los grupos y otros.
Ahora bien esto que parece tan inmóvil y solo un mandato social de modelos de varones y mujeres, de lo femenino y los masculino, tiene una contracara que es la ?realidad? o ?realidades?, digo esto porque las personas somos tan distintas unas de otras, y tenemos múltiples realidades y esto se debe a la dinámica e interacción que vivimos desde que nacemos hasta que morimos.
Sin lugar a duda es un ?proceso? que pasamos desde que nacemos y vamos recorriendo diferentes estadios de nuestra vidas, en ella vamos incorporando identificaciones en sus más diversos matices desde los rosa, celeste, negro, grises, etc., escuchamos desde tango, rock, cumbia, etc., jugamos con autos, muñecos, pelotas, barbys y por su supuesto un ken, lo prohibido es lo que nos mueve, lo que no está permitido será un motor que movilizara nuestras exploraciones, y los grupos colectivos de amistad serán los que nos impulsen a encontrarnos con ese ser tan hermoso que es la esencia de lo que somos, no somos ni Juan, ni Lucia, ni Agustín, tampoco Sofía, somos personas ciudadanas/os con derechos, que si tenemos un nombre impuesto, pero tenemos un nombre de cariño construido con mucho dolor, alegría, y sacrificio, esta construcción no es individual sino colectiva, lo diferente no es lo malo, lo malo es que nos caratulen como el diferente en la sociedad.
A lo largo de nuestras vidas llegamos a abandonar sueños, metas, estudios, trabajos, etc., pero no la abandonamos por caprichos, la abandonamos porque nos excluyen, nos discriminan, nos dicen que solo podemos optar por salir ?montada a la calle? y nuestro rol en la sociedad se reduce al ?trabajo sexual?, que tenemos que dormir de día para no salir a la calle y avergonzar a la sociedad y debemos salir de noche para satisfacer a los maridos de la sociedad. Tanta hipocresía que nos humillan día a día, y nos preguntamos donde están los derechos?. Nos callaron durante mucho tiempo, nos reprimen cada vez que tienen oportunidad, nos matan cuando pueden, pero una cosa si es segura moriremos luchando por una sociedad más justa e igualitaria, donde las minorías tengamos seamos realmente sujetos de derechos.
Necesitamos Ley de identidad de Género que nos incluyan. La identidad(1) es uno de los aspectos más importante de la identidad personal pues se halla presente en todas las manifestaciones de la personalidad de sujeto. ?El derecho a la identidad, al que definen como el derecho a ser uno mismo y no otro, lo que se ha denominado ?con cita de Fernández Sessarego- ? la mismidad de cada ser humano, absolutamente equiparable a la libertad o la vida?? se fue perfilando con caracteres autónomo, dentro de los derechos al nombre, pero con el transcurrir del tiempo se le fueron agregando otros componentes que apuntan cada uno a una parte de la personalidad: la imagen, la filiación, el sexo, el estado civil, entre otros. Lejos de constituir un numerus clausus, estos componentes están en continua evolución?(2)
Solo nosotras y solamente nosotras comprendemos y sabemos lo que es la discriminación, la humillación, la violencia, degradación, y seguiremos luchando; una conquista marco la cancha, pero la cancha sigue a oscura, por ello vamos por todo, ya no más de ?esto no se habla?, queremos nuestros nombres no por capricho sino por respeto a nuestra identidad, queremos derechos.
*Integrante de ALUDIS Asociación en Lucha por la Diversidad Sexual
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(1) Fundamento de la Ley de identidad de género, exp 1736-D-2009
(2) Kiper, Claudio Marcelo, Derechos de las minorías ante la discriminación, Ed. Hammurabi, 1998,p405