La Pena se unifica con otra y queda en 25 años

Purreta condenado: 18 años de prisión

Con lágrimas en los ojos, Julia Ferreyra la madre de la víctima dijo que «esperaba esto desde hace mucho tiempo. Quiero que no haya más Andreas, que la cuiden las mujeres».  Después de escuchar la sentencia, Julia se unió en un abrazo con sus hijos y un profundo llanto. Salió al pasillo, tomó aire, pero casi al borde del desmayo hablo con la prensa.andrea-lopez-500

«Quiero que diga donde está el cuerpo. Mi nieto no tiene un lugar donde llevar flores», repitió la madre de Andrea López.

El tribunal integrado por Alejandra Ongaro, Elvira Rossetti de González y Miguel Angel Gavazza consideró probado que el crimen de Andrea López ocurrió de la siguiente manera: «teniendo en cuenta lo manifestado el Tribunal basado en las reglas de la sana crítica fija el hecho de la siguiente manera: En la noche del día 9 de febrero del año 2004, se encontraban en el domicilio de la calle Maestros Puntanos Nº 2645,  el imputado Víctor Manuel Purreta con su pareja Andrea López y el hijo de ambos C.P., personas que habitaban regularmente el lugar y a la que se sumó en esa noche la hija del primero de los nombrados Brenda Purreta».

«En horas de la noche del día 09 y la madrugada del día 10 -prosigue- el imputado Purreta con motivo de una discusión que mantuvo con su mujer, le pegó con un rebenque que se encontraba en el lugar, propinándole patadas y golpes de puño, hasta dejarla sin conocimiento, intentando el nombrado su reanimación, ubicándola en la ducha del baño, sin que esto ocurriera, causándole  la muerte, y con posterioridad colocando a la víctima en la cama del dormitorio, para trasladarla después fuera del lugar de la vivienda, no conociéndose el destino del cuerpo hasta el día de la fecha», afirmó.

Además al sostener la calificación el tribunal consideró que Purreta no aquiso matar a Andrea López. Señala que hubo una pelea y que el exboxeador repitió la conducta de otra veces, al darle una golpiza. Pero esta vez la llevó a la muerta a Andrea López. Y señala que usó su arma más poderosa: «sus puños».

«Ha quedado en claro que en el inicio de esta rencilla y cuando Purreta decide golpear a su conviviente no existió en él la intención dolosa de querer acabar con su vida. Su procedimiento era la repetición de conductas anteriores que llevaban a que Andrea López curara sus heridas en la casa de su madre. Pero el día de su muerte, la golpiza y la forma de actuar de Purreta conformaron un escenario distinto con los mismos actores pero con otro guión.

Agrega. «el encartado golpeó severamente a su mujer con elementos contundentes y con su arma más poderosa que eran sus manos o sus puños. No necesitaba para producir un resultado letal, recurrir a armas de fuego o armas blancas que normalmente son las que se utilizan para dar muerte a una persona».

«El las llevaba consigo, el llevaba consigo el dolo eventual a cuestas, porque su característica de neto golpeador y además de ello de boxeador profesional con conocimiento acabado de su profesión, podía ocasionar la muerte a otro ser humano sobre todo en las víctimas elegidas, con las características endebles de quienes eran destinatarias de sus golpizas», señalo el tribunal.

Pocos segundos después de conocida la pena, desde el público se escuchjó la voz de una mujer que gritó: «Andrea Lopez Presente». Un coro atronó en la sala: «Presente».

Alli otra mujer, gritó: «Decí donde enterraste el cuerpo». Purreta permaneció imperturbable. Se desató en esos instantes una andanda de gritos: «Asesino», «Femicida», «Proxeneta», le gritaron al condenado. Entonces el tribunal le hizo firma el fallo a Purreta que fue retirado por el personal del Servicio Penitenciario Federal.

Tensión y expectativa

Organizaciones de género y militantes con carteles ingresaron a la sala de audiencia. Tenian carteles, fotocopias en hojas de grande tamaño, que decian:  «Andrea López. Golpeada, amenazada, prostituida y asesinada. Justicia».

En la sala hay personal del GEO (Grupo Especial Operativo), del Servicio Penitenciario Federal y de la Policía provincial. En total una quincena de personas  de las fuerzas de seguridad.

Estuvo presente el fiscal general Guillermo Sancho, por la ausencia del fiscal Jorge Amado. Por la querella Omar Gebruers y Daniela Lezcano Lopez. El defensor Gastón Gómez no está en la sala.

En las escalinatas de la Ciudad Judicial, las organizaciones desplegaron bandereas con el pedido de justicia. También en los pasillos del Fuero Penal pegaron fotos con la consigna «Todos somos Andrea».

Hubo discusiones por el intento de un grupo de personas, una veintena, de ingresar al recinto.  Un grupo de policías, hombres y mujeres, franqueó la entrada, ya que tenía la orden de permitir el ingreso de personas acreditadas, que tengan un lugar para sentarse en la sala. Mujeres por la Solidaridad pidió, en lo previo al juicio, que se realice en un lugar amplio, para el acceso delpúblico. Pero el tribunal rechazó ese pedido.

 

Imagen : El diario e La Pampa