Mujeres solidarias

Premian a mujeres que lideran proyectos sociales en Jujuy, Mendoza y Capital Federal

Un proyecto que capacita laboralmente a habitantes de la Puna, una iniciativa que fomenta la recuperación de oficios tradicionales en mujeres rurales y originarias en Mendoza y una experiencia que acompaña la inclusión educativa de jóvenes de la Villa 21-24 del barrio porteño de Barracas, ganaron el premio Mujeres Solidarias.Mujeres solidarias

La distinción, que otorga 30.000 pesos a cada ganadora y que es entregado por sexto año consecutivo por iniciativa de la Fundación Avon y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), reconoce iniciativas lideradas por mujeres que colaboren con los Objetivos de Desarrollo del Milenio impulsados por la ONU.

«Estoy emocionada. No puedo creer estar recibiendo este premio en Buenos Aires, que hayan mirado al norte y nos tengan en cuenta», dijo a Télam Cenecia Alancay, una de las ganadoras.

Alancay impulsa en su localidad, Abra Pampa, en la puna jujeña, un centro de contención y estimulación para personas en situación de vulnerabilidad social.

«Son 70 niños los que vienen a estudiar, 10 de ellos con discapacidad, y 70 jóvenes que aprenden oficios» cuenta la mujer que destinará el dinero del premio «a la compra de lana, fuentones y todo lo que necesitamos para seguir haciendo sombreros, alfombras, mantas, carteras, ponchos…».

Vilma Avila, de la fundación mendocina Simas, es otra de las premiadas que no deja de expresar su sorpresa por el reconocimiento, que le permitirá avanzar en un proyecto para que mujeres rurales y de la comunidad huarpe recuperen oficios tradicionales.

«Trabajamos en el departamento de Lavalle, en la zona del secano (desierto) donde las mujeres originarias trabajan en telar y en artesanías con la planta de junquillo y las rurales elaboran conservas y calzados artesanales», contó la dirigente.

Destacó que la iniciativa «surgió de las propias mujeres, porque nosotras vamos al territorio, las escuchamos y hacemos los proyectos en conjunto».(Ávila)

Agustina Persoglia, codirectora ejecutiva de la Fundación Uniendo Caminos, es la otra premiada a raíz de la tarea que realiza liderando un equipo que brinda apoyo escolar a niños y jóvenes de la villa 21-24 de Barracas para evitar que dejen el sistema educativo.

«En lo personal, este premio es un mimo para el alma, y tiene el aditivo de reconocer la tarea que hacemos las mujeres. Hay estadísticas que dicen que de cada 10 personas que hacen trabajo social, 7 somos mujeres que buscamos una sociedad más inclusiva, que colaboramos en mejorar la calidad de vida de nuestras comunidades», compartió con Télam.(Persoglia)

Al Centro de Barracas asisten «200 chicos, desde quienes cursan séptimo grado hasta los que van a quinto año. Según las edades, complementamos el apoyo escolar con otras actividades relacionadas con el inicio del secundario, el ingreso a la universidad o salidas laborales», agregó.

Según los resultados obtenidos en 12 años de trabajo «el 99% de los jóvenes participantes permanecen dentro del sistema educativo formal, el 89% aprueba el año escolar y el 85% mejora su rendimiento académico».

También recibieron distinciones, en un encuentro que se realizó en un hotel porteño, Liliana Rosa Crigna, Gabriela Karina Irigoin, Patricia Mónica Pérez y María Fabiana Tuñez.

«Queremos promover el empoderamiento de mujeres que trabajan para generar cambios importantes en sus comunidades.

Buscamos reconocer a mujeres que con gran sacrificio y trabajo luchan fervientemente cada día para alcanzar sus objetivos más altos en favor de los grupos sociales más vulnerables”, expresó Silvia Zubiri, directora de Fundación Avon.

Los 200 proyectos que se presentaron a la edición de este año fueron evaluados por un jurado integrado, además de Zubiri, por Alejandra García, del PNUD; los periodistas Daniel Malnatti y Silvina Chediek; la filósofa Diana Maffía; y el presidente de Inicia Emprender para el Futuro, Joaquín Sorondo.

Imagen :  Télam