La Otra Voz Digital Directora Marta César
Una fiscal de la ciudad fueguina de Río Grande pidió hoy que se condene a 17 años de prisión a un hombre que está acusado de haber matado a golpes, en 2006, a una niña de tres años, hija de su pareja, mientras se realizaba una fiesta de cumpleaños.
La solicitud fue formulada en el marco del juicio oral que se sigue a Lucas Gabriel Gómez (33) por el crimen de Agustina Varela, quien murió tras sufrir un desgarro en el hígado y golpes en un ojo.
Al realizarse hoy los alegatos ante el Tribunal de Juicio de Río Grande, el fiscal Pablo Candela pidió que el imputado sea condenado por «homicidio simple» y que para mensurar la pena se tenga en cuenta que la niña tenía tres años y se encontraba en un «estado de indefensión total».
Además, según dijo a Télam, recordó que el hombre era el «padrastro» de la víctima y que en el juicio se logró probar que ésta era sometida a maltratos desde fines de 2005, cuando Gómez inició una relación con la madre y la niña «cambió radicalmente su conducta».
Candela también valoró los peritajes forenses que indican que la niña fue golpeada en la franja horaria en que se encontraba a cargo de Gómez y enumeró a la gran cantidad de testigos que lo vieron con ella cuando la llevó a dormir.
Además, tuvo en cuenta el testimonio de una prima de Agustina que había visto al imputado golpearla una semana antes del crimen y escuchó el mismo gemido de dolor de la niña la noche de la fiesta.
Candela solicitó a los jueces Aníbal López Tilli, Pablo Duarte de Gouvea y Miriam Cristiano que en caso de condenar a Gómez se ordene su inmediata detención, ya que llegó a juicio en libertad.Por su parte, el abogado querellante Francisco Ibarra enumeró las mismas pruebas que el fiscal y también solicitó la pena de 17 año
El hecho que se juzga ocurrió entre las 2 y las 3.15 horas del 5 de agosto de 2006, cuando la familia de Agustina se encontraba reunida en una fiesta familiar para celebrar el cumpleaños de la tía de ella.
La niña había sido llevada a la reunión por su madre, Rosalía Varela, y por Gómez, en tanto que en el lugar estaban la anfitriona, María Itatí, y otros familiares.
La madre de Agustina se retiró de la fiesta porque tenía que rendir un examen al día siguiente en Ushuaia y dejó a ésta con sus familiares y con su pareja.
Según se pudo reconstruir, Lucas acompañó a la chica al baño y regresó después de un rato diciendo que ésta se había quedado durmiendo junto a una primita.
Ya al final de la fiesta, otra tía de Agustina, Viviana, levantó a las dos niñas que estaban dormidas para irse a su casa, ya que Agustina se quedaría a dormir con ella.
Al llegar a la vivienda, Agustina comenzó a quejarse y cuando la mujer la revisó, descubrió que tenía golpes en el abdomen y un derrame en un ojo.
Tras dar aviso a su hermana, Viviana llevó a la niña al Hospital de Río Grande, donde la asistieron, pero murió cerca de las 7 por un shock hemorrágico por politraumatismos varios y desgarro traumático de hígado, según estableció la autopsia.
Por el hecho, en 2009 fue detenido Gómez, pero en un juicio realizado en 2010, el tribunal lo absolvió por considerar que no había pruebas suficientes en su contra.
La familia comenzó a recibir asistencia de la Unidad de Victimología del Ministerio de Justicia de la Nación y tras un pedido del Procurador General Oscar Fappiano, el Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego declaró nulo el juicio y ordenó un nuevo debate oral que comenzó hace diez días.
En esa ocasión, el máximo tribunal de la provincia sostuvo que no se había dado relevancia, entre otras pruebas, al testimonio de una prima del acusado que tenía 14 años cuando ocurrió el hecho.
El tribunal reanudará las audiencias el jueves, cuando se escuchará el alegato de la defensa, en tanto que el viernes a las 12 se escucharán las últimas palabras del imputado y a las 14 se dará a conocer el veredicto.
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