Una vez más, el norte de la provincia vuelve a ser noticia por un hecho de abuso sexual contra una menor de edad. Los femicidios, la violencia hacia las mujeres y los abusos parecen moneda corriente en la provincia y sobre todo en el interior, donde la naturalización de estos hechos tarda en desaparecer.

En comunicación con “Mucha más Cuerda”, la abogada querellante Lis Palavecino expuso el caso de una niña que en el año 2015, cuando tenía 13 años, fue abusada sexualmente por la pareja de su hermana y como consecuencia quedó embarazada. Actualmente el hombre se encuentra a la espera de una condena que se prevé será solo de entre 2 a 3 años.
La abogada expresó: “La causa se origina en junio del año 2.015, cuando la menor tenía 13 años de edad. El abuso sexual se produjo por parte del novio de su hermana, es decir su cuñado, y como consecuencia de este terrible acto, la niña quedó embarazada. La familia, por distintas cuestiones culturales, decidió no interrumpir el embarazo y hoy esta chiquita de solo 14 años ya tiene un bebé bajo su responsabilidad. Todo esto le produjo muchos conflictos psicológicos a ella y a toda la familia. En 2015, cuando se produce el hecho, este hombre se dio a la fuga y fue capturado recién un año después, en mayo del 2016, en la ciudad de Salta. Ahora se encuentra preso en Tartagal y el 22 de marzo será condenado”.
“El delito está comprobado y lo único que queremos es que la pena se agrave al máximo, que no le den la pena mínima y a la mitad de la condena salga por buena conducta. Además este hombre ya tenía antecedentes, y nada asegura que no vuelva a pasar. Como querella buscamos que se le da la pena máxima, que serían 20 años. Sin embargo, en esta parte de la provincia esto es moneda corriente y los casos no se toman con la gravedad que corresponde”, solicitó la abogada.
Tal como detalló la profesional, la niña no recibió ni la contención ni la ayuda psicológica que debería haber tenido por parte de Estado como una víctima de este tipo de hecho. Por esta razón, desde la querella reclaman la total ausencia de prevenciones, que profundizan la situación de la menor.
No solo se cuestiona la violación a los derechos inherentes a la vida y a la integridad personal, sino también los actos naturalizados de machismo que se tienen en la provincia y que provoca todas las semanas que se conozcan nuevos casos de abusos sexuales o violencia de género.
Mientras Salta trabaja día a día en minimizar los casos de violencia de género y terminar con los abusos de todo tipo, la sociedad reclama una Justicia rápida y optima que no deje sin protección a sus niñas y mujeres.