Por su parte, grupos rebeldes y la creciente tensión en el país también complican las tareas de los periodistas dentro de Siria. Así, secuestradores han intentado raptar a reporteros para pedir rescate y grupos islamistas han acusado a periodistas de ser espías e incluso amenazado con matarlos.
También se sospecha que el régimen ha secuestrado a reporteros, como Austin Tice, quien desapareció en agosto pasado en la región de Damasco, en una zona en la que estaba interviniendo el ejército sirio, leal al presidente Bashar al Asad.
«Al iniciarse el levantamiento, en marzo de 2011, el peligro provenía ‘sólo’ del ejército gubernamental y los periodistas siguen siendo objeto de ataques del régimen de Bashar al Asad, pero hoy en día los grupos armados de oposición también son responsables de numerosos atropellos, en particular contra periodistas extranjeros», declaró a la AFP el secretario general de Reporteros Sin Fronteras (RSF), Christophe Deloire.
Bokova y la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, tenían previsto presidir el viernes la entrega del Premio UNESCO-Guillermo Cano, que este año fue otorgado a la encarcelada periodista etíope Reeyot Alemu. Alemu fue detenida en 2011, cuando trabajaba como columnista habitual de Feteh, y condenada a cinco años de prisión.
El Premio de la libertad de prensa UNESCO-Guillermo Cano fue creado en 1997 por el Consejo ejecutivo de la organización en memoria del director del diario colombiano El Espectador, asesinado el 17 de diciembre de 1986.