Chubut

Moira Millán: “El Estado nos persigue y mata, pedirle que nos cuide no tiene sentido”

La dirigente mapuche Moira Millán se encuentra en Buenos Aires para denunciar amenazas de muerte contra su persona en el marco de la lucha por la tierra de los pueblos originarios de la Patagonia argentina y la exigencia por la aparición con vida de Santiago Maldonado.

Imagen : ContrahegemoniaWeb

En diálogo con “Llevalo Puesto“, programa de FM La Tribu 88.7, detalló las acciones que vienen sufriendo las comunidades y ella personalmente por parte de las fuerzas de seguridad. Además dio cuenta las medidas que están tomando para protegerse.

– ¿En qué contexto sufriste las amenazas?

– En esa oleada represiva contra la comunidad Vuelta del Río, donde el juez Guido Otranto ordenó la búsqueda de Santiago Maldonado, se sufrieron una serie de atropellos a los derechos: violaciones, torturas y vejámenes de todo tipo.

Yo llego a la comunidad porque los hermanos me llevan para escuchar a las víctimas y ver que íbamos a hacer al respecto. Acompaño la decisión de ocupar el Juzgado Federal para solicitar la renuncia de Otranto. Después de eso vino la quema de casas en la comunidad. Nuevamente voy hasta el lugar, me pongo a disposición y surgió una situación con la policía de la provincia. Cuando llegó el fiscal con los peritos a constatar la quema de las casas lo hizo con un montón de móviles policiales y se le planteó que no pasaran los agentes.

El fiscal solicita que mínimo pasen dos custodios. Se delibera y se decide que sí, que pasen, pero dejando las armas. Por eso se los requisó y palpó cuando ingresaron. Yo llevé a cabo esa tarea.

Aparentemente fue interpretado como una humillación porque al día siguiente empecé a recibir amenazas. Siempre una misma voz, un mismo hombre. Esta persona me decía “a vos te gusta manosear”, “vas a ver lo que te vamos a hacer”. Siempre usaba las palabras “zorra” y “puta”.

A los dos días vuelvo a mi comunidad y me encuentro con que en la puerta de mi casa habían dejado una zorra torturada y muerta.

– Después de esto que vos relatás, tan escalofriante, en un contexto de avance de las fuerzas represivas a nivel nacional, ¿cómo siguen adelante?

– Es una situación de pesadilla. Veníamos haciendo luchas por la amplificación de derechos y hoy damos una lucha por seguir con vida. ¿Cómo llegamos a este extremo?

Ahora entiendo lo que viven nuestros compañeros indígenas en México, en Centroamérica. Siempre pensamos que esa violencia institucional no iba a llegar de ese modo a nuestro país, pero lamentablemente ha sucedido.

Hay una suerte de participación de las fuerzas regulares del Estado como mano de obra privada de seguridad de los latifundistas. Sus acciones están encuadradas en lo que hacen los paramilitares. Eso es lo que estamos viendo en las comunidades mapuches.

Yo en lo personal trato de no pensar, de venir acá para poder denunciar lo que está sucediendo. En tiempos donde el Estado es el que nos persigue y que nos mata, pedirle al Estado que nos cuide no tiene sentido. Es como decirle al lobo que cuide las ovejas.

Vengo a pedirles a ustedes que me cuiden. Y la manera de cuidarme y cuidar a mi pueblo es denunciando y visibilizando lo que está sucediendo.

– ¿Han acudido a organismos de Derechos Humanos para solicitar su ayuda?

– He venido a eso a Buenos Aires. Me reuní con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), con la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Tratamos de llegar a todos los organismos y en diálogo con ellos ver si podemos activar algún mecanismo de protección y resguardo de nuestra vida.

– Considerando todo esto, a más de 70 días de la desaparición de Santiago Maldonado, ¿tienen previstas actividades hacia adelante?

– En la provincia de Chubut nos estamos organizando para hacer un gran Trabún, que sería un parlamento de comunidades para analizar el tema y fijar una posición. A partir de ahí resolver que acciones vamos a tomar de manera conjunta.