La Cámara de Diputados de Paraguay aprobó hoy un proyecto de ley ya sancionado en el Senado que establece el sueldo de las cerca de 220.000 empleadas domésticas del país en un 60 % del salario mínimo vigente de 1,8 millones de guaraníes (unos 388 dólares).
El texto pasará ahora al Poder Ejecutivo para su promulgación o veto.
El proyecto de ley «del trabajo doméstico» define el salario de las empleadas en el 60 % del salario base, es decir unos 1,09 millones de guaraníes (unos 245 dólares) y permite trabajar en esas tareas a partir de los 16 años.
Los congresistas aprobaron por 37 votos a favor y 19 en contra un texto contrario a las pretensiones del gremio de empleadas, que exigían igualar su sueldo al salario base que cobran el resto de trabajadores de Paraguay y elevar la edad mínima a 18 años.
Los legisladores escogieron entre el texto que finalmente se aprobó, que había sido sancionado por el Senado sin consenso con las trabajadoras domésticas representadas en tres asociaciones, y un texto alternativo propuesto por las comisiones de la Cámara de Diputados que igualaba su salario al mínimo interprofesional.
Pero los diputados paraguayos escogieron el texto del Senado argumentando que otorgar el salario mínimo a las trabajadoras domésticas «sería populista».
Tras conocerse la aprobación de ese proyecto, representantes de las trabajadoras se mostraron indignadas y dijeron que en Paraguay prevalece el derecho a tener empleada doméstica sobre el derecho de estas a tener una vida digna.
«Lo hicieron sin pensar en que también somos gente, también tenemos niñas y niños, y también tenemos derecho a vivir dignamente», manifestaron en un comunicado la Asociación de Empleadas Domésticas del Paraguay (Adesp), el Sindicato de Trabajadoras Domésticas del Paraguay (Sintradop) y el Sindicato de Trabajadoras Domésticas y Afines de Itapúa (Sintradi).
Las tres organizaciones dijeron que la decisión de hoy muestra «cuán poco valoran» los congresistas «el esfuerzo» de las más de 200.000 mujeres que trabajan en el servicio doméstico.
«Salimos indignadas con una Cámara de Diputados que no ha sido capaz de votar a favor de la igualdad; indignadas con personas que nos dijeron que iban a votar por garantizar la dignidad para nuestro trabajo y después votaron en contra», añadieron.
Varios legisladores del oficialista y conservador Partido Colorado así como del opositor y también conservador Partido Liberal justificaron su voto en contra de la igualdad de salarios en que profesionales como los «profesores, policías y militares» no tendrían cómo pagar ese sueldo a sus empleadas.
Sin embargo, diputados de esos partidos, mayoritarios en la cámara, defendieron la versión modificada que incluía el salario mínimo total.
Víctor Ríos, del Partido Liberal y que apoyaba aumentar el salario, sostuvo que el sueldo mínimo no significa que los empleadores deban pagar la totalidad del monto.
Desde la oposición de izquierdas, minoritaria en la cámara, también habían pedido aprobar el texto que igualaba el sueldo de las empleadas domésticas.
La diputada Rocío Casco, de Avanza País, afirmó que el 60 % del sueldo mínimo «es un salario de hambre».
Hasta ahora, el Código Laboral paraguayo establece que las trabajadoras domésticas no pueden cobrar más del 40 % del salario mínimo interprofesional, según las asociaciones gremiales.
En Paraguay, una de cada diez empleadas domésticas vive en la pobreza extrema debido a su baja remuneración, según datos oficiales de 2012.
Imagen : www.paraguay.com