Introducción
El presente trabajo tiene por objeto analizar la problemática de la violencia contra las niñas y adolescentes en la escuela. Cuando hablamos de este tipo de violencia pensamos no sólo en hechos socialmente considerados graves como lesiones, abuso sexual, etc., sino también nos estamos refiriendo a esa micro violencia ?que no por micro es menos dañosa- que se presenta en hechos cotidianos generalmente naturalizados. Se trata de una problemática invisibilizada por su aparente intrascendencia, puesto que al considerar los hechos aisladamente, los educadores, padres, o responsables tienden a verlos como parte de un juego, de una relación normal, o hasta de actos de flirteo entre niños y niñas. Sin embargo, veremos como numerosos estudios e investigaciones dan cuenta de que los hechos de violencia tanto, física como psicológica y sexual, contra niñas y adolescentes en el ámbito escolar producen diversos efectos tales como baja autoestima, disminución o pérdida de entusiasmo hacia la educación, falta de voluntad de asistir a clases, hasta incluso en algunos casos, se abandona la escuela. Además estas niñas y adolescentes serán más vulnerables a ver menoscabados sus derechos y a aceptar relaciones de dominación masculina.
Como toda violencia de género, se trata de la manifestación de una relación de poder, que muchas veces tiende a perpetuarse a través del acallamiento de las víctimas.
Cabe mencionar que consideramos reconocido tanto a nivel nacional como internacional que la violencia contra las mujeres constituye una violación a los derechos humanos. Y nuestro Estado ha hecho suyos diversos tratados internacionales al respecto(1), así como legislación que juntamente constituyen un plexo normativo que obliga a tomar medidas tendientes a erradicar la violencia dondequiera se presente. En adición, vamos a mencionar que existe todo un sistema de protección de la infancia y adolescencia consagrado en la Convención sobre los Derechos del Niño según el cual el principio rector de todo el sistema normativo es proteger el interés superior del niño, niña y adolescente.
En el presente curso de Género y Educación hemos estudiado cómo las desigualdades de género no sólo se manifiestan en los ámbitos educativos(2), sino también cómo estos espacios se presentan como los escenarios donde estas desigualdades se manifiestan y se reproducen(3).
No obstante, consideramos la educación como una de las herramientas de cambio social por excelencia. Y es por ello que observamos la necesidad de plantear distintas alternativas de intervención, con la doble finalidad de, por un lado, visibilizar la violencia para problematizarla como un hecho social dañoso y, por el otro, de erradicar desde la escuela los estereotipos de género que tienden a la subordinación de las mujeres.
Violencias
En primer lugar, vamos a decir que la violencia en las escuelas contra niñas y adolescentes es parte de fenómenos más generales: violencia de género y violencia (o maltrato) infantil.
Somos concientes de que no hay un concepto unívoco de violencia, ya que su contenido depende de las circunstancias y los sujetos que intervienen en la relación (violenta). En realidad es un concepto inescindible de su contexto histórico y socio-cultural. Siguiendo a Isla, diremos que ?el uso de la palabra violencia para una acción está sujeto de manera inmanente a la concepción ética de los sujetos que la realizan, reciben o simplemente asisten a dicha acción?(4).
Sin embargo, diremos que cuando hablamos de violencia hablamos de una relación de poder. Se trata del ejercicio de poder sobre otro, intentando controlar la relación e imponiéndole la propia voluntad. Por lo tanto, existe violencia cuando hay un desequilibrio de poder que puede estar dado por un intento de controlar la relación y al otro, por el contexto o por lo cultural.
Existe abuso de poder cuando una de las partes ocasiona daño físico y/o psicológico a la otra, por acción u omisión.
En el caso bajo estudio, en la violencia en las escuelas, encontramos como se dijo más arriba una doble vulnerabilidad. Por un lado, el hecho de ser niño, niña o adolescente. Por el otro, el hecho de ser mujer.
En cuanto a la primera de las situaciones de vulnerabilidad señaladas, que tiene que ver con la madurez, la edad, el desarrollo de la persona, podemos decir que es más visible, más socialmente aceptada que la otra, y como se mencionó, cuenta con un sistema específico de protección.
El segundo de los aspectos, que tiene que ver con el género es menos visible. Siguiendo a la Psicóloga española Pilar Pascual(5), diré que habitamos un mundo organizado a partir de una diferencia construida arbitrariamente: el género. Este concepto, que tiene que ver con la asignación socio-histórica-cultural de roles de ?varón? y ?mujer? con un ficticio sustento natural, viene a darnos luz en el concepto de violencia que estamos estudiando.
Como sabemos, históricamente la mujer ha tenido un papel subordinado al varón; se le ha negado a la mujer capacidad para decidir; se la ha relegado al ámbito de lo privado (encargadas del hogar, la crianza de los niños, etc). Dada esta asignación de roles, se impone a las mujeres un modelo de relaciones que se sustenta en las características recién mencionadas.
Consideramos que la violencia de género es la forma en que más crudamente se manifiesta la desigualdad de género. Se trata de una forma de violencia que se sustenta en la perpetuación de la subordinación de las mujeres con respecto a los varones(6).
Dice el sociólogo Kessler ?Hay un tema central de la violencia de los varones hacia las nenas. Una hipótesis de los docentes ?que yo comparto- era que es una manera de repetir un tipo de expresión de masculinidad que realizaban los padres, en muchos casos una masculinidad devaluada por la crisis del mundo del trabajo que se expresaba en modos de violencia doméstica?(7). Lo interesante del análisis de este autor, es que no solamente propone pensar el tema desde una perspectiva de género, sino que nos da luz sobre la complejidad del asunto de la violencia en las escuelas. Desde nuestro punto de vista, señalamos que la violencia en las escuelas no se trata solamente de un corolario de lo que en las casas estos niños y jóvenes vivencian. Se suman otros factores como la falta de un proyecto de vida personal, el poco sentido que se da a la educación ?por saber que de todos modos va a ser difícil o imposible encontrar trabajo, por ejemplo. De allí que insistamos en la complejidad del asunto.
Sistema de género
El sistema de género, siguiendo a Palermo(8), es aquel conjunto de creencias o valores que distinguen lo característico o particular de cada sexo. Se trata de elementos dinámicos, que cambian permanentemente y que, a su vez, pueden convivir en un mismo período histórico.
Ahora bien, este sistema de valores se materializa en la práctica a través de ciertos comportamientos, actitudes, es decir, a través de las acciones concretas de los individuos o colectivos de una sociedad.
¿Por qué es importante estudiar este sistema? Puesto que entender qué hay como sustento ideológico, político y/o filosófico de, en el caso que estamos estudiando, la violencia hacia niñas y adolescentes en las escuelas, nos ayudará a pensar posibles estrategias de abordaje.
Educación
En primer lugar, vamos a decir que la escuela es uno de los ámbitos de socialización de los niños, niñas y adolescentes por excelencia. Es en este espacio, que se produce no sólo la transmisión de conocimientos a través de contenidos curriculares dictados por el profesorado, sino también se da una relación de intercambio cultural en la que los alumnos y alumnas no sólo aprenden sino que generan y reproducen las enseñanzas socio-culturales que a su vez han aprendido tanto en la escuela como en otros espacios (el hogar, la calle, clubes, etc.).
La escuela, a causa de procesos históricos que tuvieron que ver con la consolidación del Estado Nacional, desde temprano en nuestro país ha dado lugar a miles y miles de mujeres que hoy ocupan las aulas en todos los niveles. De hecho, en general las cifras son parejas entre ambos sexos, con una presencia mayoritaria de mujeres en la educación superior y terciaria(9).
Ahora bien, cuando estudiamos la presencia de mujeres y varones en la escuela, podemos encontrar tres sistemas diferentes(10):
– sistemas sexistas
– sistemas mixtos
– sistemas de coeducación
En los primeros, tenemos escuelas que contando o no con matrícula mixta tiende a reproducir las desigualdades de género. En los segundos, podemos decir que son meramente sistemas en que conviven mujeres y varones en una comunidad educativa. El tercer sistema es el de la coeducación y tiene que ver con la aplicación consciente de estrategias que tiendan a superar estereotipos de género.
Es por ello que para analizar el tema que estamos estudiando nos posicionamos en el tercer sistema, es decir, la coeducación. Pensamos que para superar la violencia contra las niñas en las escuelas debemos primero trabajar conciente y deliberadamente con toda la comunidad educativa sobre las desigualdades de género, cómo se van construyendo-deconstruyendo.
Tipos, situaciones de riesgo y efectos
Vamos a coincidir con el Informe ?Escuelas Seguras, el derecho de cada niña?, (Amnistía Internacional: 2008) en que la violencia en el ámbito escolar es un fenómeno generalizado.
En cuanto a los tipos de violencia que pueden ocurrir en el ámbito escolar podemos señalar los siguientes, siguiendo el Informe Escuelas Abiertas:
lesiones y daños físicos
acoso sexual
daños emocionales y psicológicos
aumento de riesgo de enfermedades como el VIH
Como podemos observar son los daños que conocemos en diversas normativas sobre violencia de género y maltrato familiar e infantil. Lo que tenemos que evaluar en este caso es qué mecanismos nos damos para detectar la presencia de una situación y qué formas de intervención existen.
Según el Informe, muchas veces se tiende a ?proteger? a las niñas aislándolas, poniendo en ellas la responsabilidad de ?no ser coquetas?, de no vestirse de manera provocativa, todas formas que tienden a poner la mira en la víctima y que perversamente tienden no sólo a justificar el daño sino a culpabilizar del mismo a quien lo sufre o ha sufrido.
Entre las situaciones de riesgo más comunes que hay se puede mencionar,
el camino de ida y regreso de la escuela;
el riesgo en la propia escuela tanto en el aula como en los espacios de recreación;
el ciberespacio.
Y finalmente entre los efectos de la violencia contra las niñas en primer lugar podemos mencionar pérdida o disminución de interés por el estudio, merma en la concentración, deserción o abandono escolar, todas ellas manifestaciones de la negación del derecho a la educación. Esto se encuentra totalmente en contra de lo previsto en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN).
En el art. 28 de la CDN, se establece que ?Los Estados Partes reconocen el derecho a la educación? en condiciones de igualdad de oportunidades??. Y el art. 29 complementa: ?Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá estar encaminada a ? d. Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre?, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos??.
Asimismo, otros efectos son de carácter físico o emocional como secuelas de tipo disminución de la autoestima, ruptura de vínculos, perdida de confianza hacia los demás, marcas o secuelas producto de agresiones físicas, entre otras. En cuanto a los efectos en la conducta, sucede que cuando las niñas o adolescentes sufren violencia de tipo sexual se encuentran más vulnerables hacia desarrollar comportamientos sexuales precoces o no acordes con su madurez.
El problema, como se dijo más arriba radica en que muchas veces no existen mecanismos idóneos de detección y tratamiento de estos casos. Y a esto se suma muchas veces la ausencia de políticas preventivas de estos casos de violencia.
Derechos humanos
Como hemos dicho anteriormente, vamos a sostener que los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes y de las mujeres son sistemas complementarios y armónicos.
Al ser un asunto de derechos humanos, y desde el punto de vista de nuestro sistema normativo, por aplicación de lo normado en el art. 75 inc 22 de nuestra Constitución Nacional, tanto la CDN como la CEDAW se encuentran jerárquicamente por encima de otras normativas de carácter interno. También podemos mencionar a la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y erradicar la Violencia contra la Mujer ?Belem do Pará?.
Además, por el mismo orden normativo se prevé que los Estados Partes están obligados a tomar medidas que impliquen la aplicación real y concreta de estas normas. Que no queden como meros enunciados normativos, sino que alcancen operatividad inmediata y real.
Algunos de los derechos comprometidos en el caso bajo estudio son:
– derecho a la salud (art. 24 CDN, art. 4 CBP);
– derecho a la educación (arts. 28 y 29 CDN);
– derecho a la no discriminación (arts. 1, 2, 3 CEDAW; art. 6 CBP);
– derecho a una vida libre de violencia (art. 3 CBP);
Estrategias
Cuando nos toca actuar en el diseño de líneas de acción debemos posicionarnos en el marco de ciertas teorías así como en el marco de una postura política, ya que no creemos ni en la inocencia política ni teórica. Mucho menos en ?neutralidades? políticas ni teóricas.
Como se dijo anteriormente, nos posicionamos desde una visión favorable a la coeducación. Sostenemos que solamente a través de la intervención conciente se pueden lograr cambios en cuanto al sistema de género. Además consideramos a la educación como una herramienta de transformación social. No es la única pero es una muy importante y que ?como también se señaló mas arriba- las escuelas son espacios de socialización de los chicos. Transformación que tiene una direccionalidad y tiene que ver con la superación de inequidades de género, sexismo y discriminación.
No queremos cargar todo el peso en maestros/as, pero sin embargo, sabemos que se constituyen en uno de los actores fundamentales del fenómeno que estamos estudiando. Los maestros deben contar con recurso humano idóneo ?personal técnico, gabinetes- a donde derivar casos detectados. Además, también en cuanto a los actores que deben intervenir en este proceso, es imprescindible la participación de toda la comunidad.
Por las características del fenómeno que estamos estudiando creo que hay que intervenir en, al menos, dos planos. Por un lado la prevención y por el otro la asistencia.
En cuanto a la prevención vamos a decir que es necesario visibilizar en primer lugar el sistema de género imperante en nuestra sociedad, hacer un análisis crítico, y promover posiciones superadoras del mismo. Además es fundamental notar la magnitud del problema que estamos estudiando y observar sus efectos. En pos de ello, reiteramos, es imprescindible trabajar en los ámbitos escolares con toda la comunidad educativa, y las familias de los chicos. Pero además es necesario comprometer a toda la comunidad.
En cuanto a la asistencia, es imprescindible la elaboración de herramientas que permitan la detección o recepción de casos, la posibilidad de intervención real de docentes y directivos como guardadores primarios de los niños en los espacios educativos, de las familias, y, en su caso, de agentes de la salud o judiciales cuando correspondiera. En este proceso, la víctima no tiene que sentir ni que está siendo responsabilizada, ni que será estigmatizada luego de romper el silencio.
En adición es importante promover los mecanismos de participación al interior de las escuelas desde una mirada de equidad de género, no nos olvidemos aquella enseñanza según la cual el silencio es el mejor aliado de la violencia.
Conclusión
Para finalizar el presente trabajo, diremos que la estudiada es una problemática compleja y policausal, y por ello siempre es necesario poner la mirada en propuestas inter o multidisciplinarias.
Como hemos visto, el sistema legal nos impone pensar estrategias que erradiquen este tipo de violencia de los espacios escolares. Lo que si debemos tener en cuenta es que dada la magnitud del fenómeno, la política debe ser sostenida y con visión de corto, mediano y largo plazo.
Cabe señalar la importancia de contar con investigaciones y/o elementos de análisis tales como el Informe Escuelas Abiertas más locales que nos permitan trabajar en las localidades en que desempeñamos nuestra función.
Para concluir, vamos a señalar que proponemos que hay que hablar de lo que no se está hablando y hay que generar instancias que permitan ver lo que no se está pudiendo visualizar para transformar la realidad
*Trabajo presentado en el Posgrado Especialidad en Estudios de Género Universidad Nacional de Salta 2007-2009
BIBLIOGRAFIA
– AAVV, ?Miradas Interdisciplinarias sobre la Violencia en las Escuelas?1a ed. – Buenos Aires : Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, 2006.
– AMNISTIA INTERNACIONAL, ?Escuelas Seguras, el derecho de cada niña?, 2008.
– BACH, A.M., FEMENIAS, M.L., GIANELLA, A. et alii, ?Para comprender el género: precisiones epistemológicas? en VVAA Mujeres y Filosofía, vol 1., Buenos Aires, CEAL, 1994.
– CURTI, Celina, ?Los géneros en la educación superior en la República Argentina?, RAGCyT ? Red Argentina de Género Ciencia y Tecnología, 2002.
– EMAKUNDE Instituto Vasco de la Mujer y Secretaría General de Acción Exterior Dirección de Cooperación al Desarrollo ?Guía Metodológica para Integrar la Perspectiva de Género en Proyectos y Programas de Desarrollo? Vitoria ? Gasteiz, 1998
– FAILLACE, Magdalena (Coord.) ?Mujer: contra la discriminación y la violencia, por el desarrollo social: documentos y reflexiones?, 1ª Ed. ? Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Buenos Aires, 2007.
– INSTITUTO DE LA MUJER, ?Borrador del Plan Estratégico de Igualdad Oportunidades (2008-2011)?, Ministerio de Trabajo y Acción Social de España, octubre 2007.
– IIPE-BUENOS AIRES – SEDE REGIONAL DEL INSTITUTO INTERNACIONAL DE PLANEAMIENTO DE LA EDUCACIÓN ¿Alumnos o Madres y Padres Adolescentes?
– PALERMO, Alicia Itatí, ?Las concepciones de género en las maestras de escuelas primarias de la Ciudad de Buenos Aires?, Publicado en: Del Valle M y Heredia R ?Pensamiento Feminista II: Apuntes para un andamiaje social?, Córdoba, CEN Ediciones.
o ?Teorías sobre el Rol de la Mujer en la Sociedad?, Cap 3 de Tesis de Doctorado, ?Mujeres y elecciones de carreras no tradicionales: El caso de la Universidad Nacional de Luján?, Facultad de Filosofía y Letras, UBA, 2006.
– ROMERA, Elvira; ?Una escuela para adolescentes: ideas para un debate?.
Artículos:
– VALLEJOS Soledad, ?Un Mundo Hostil?, Diario Página 12, Suplemento Las/12, 14-3-08.
Legislación
– Constitución Nacional.
– Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, ?Belem do Pará?.
– Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.
– Convención Sobre los Derechos del Niño.
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(1) Entre otras: ?Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer? (AGONU – 1981); ?Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer ? Convención de Belém do Pará? (OEA ? 1994), con sus respectivos protocolos y mecanismos de seguimiento.
(2) PALERMO, Alicia Itatí ?Teorías sobre el Rol de la Mujer en la Sociedad?, Cap 3 de Tesis de Doctorado, ?Mujeres y elecciones de carreras no tradicionales: El caso de la Universidad Nacional de Luján?, Facultad de Filosofía y Letras, UBA, 2006.
(3) GRINBERG, Silvia y PALERMO, Itatí, ?Mujeres y trabajo en los textos escolares: crisis y perspectivas?. Revista Educere. Año 4, Número 11, Universidad de los Andes, Venezuela.
(4) ISLA, Alejandro y MÍGUEZ Daniel; ?Heridas Urbanas ? Violencia Delictiva y transformaciones sociales en los noventa?, Editorial de las ciencias – FLACSO, Buenos Aires, 2003.
(5) PASCUAL PASTOR, Pilar, ?Qué significa ser víctima y victimario en la violencia de pareja?, Informe Observatorio de violencia, Fundación Mujeres, Madrid.
(6) INSTITUTO DE LA MUJER, ?Borrador del Plan Estratégico de Igualdad Oportunidades (2008-2011)?, Ministerio de Trabajo y Acción Social de España, octubre 2007.
(7) KESSLER, Gabriel, ?Dilemas y desafíos de la experiencia educativa de jóvenes en conflicto con la Ley?, en AAVV, ?Miradas Interdisciplinarias sobre la Violencia en las Escuelas?1a ed. – Buenos Aires : Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación, 2006.
(8) PALERMO, op.cit.
(9) CURTI, Celina, ?Los géneros en la educación superior en la República Argentina?, RAGCyT ? Red Argentina de Género Ciencia y Tecnología, 2002.
(10) PALERMO, Alicia Itatí, ?Las concepciones de género en las maestras de escuelas primarias de la Ciudad de Buenos Aires?, Publicado en: Del Valle M y Heredia R ?Pensamiento Feminista II: Apuntes para un andamiaje social?, Córdoba, CEN Ediciones.
Trabajo presentado en el Posgrado de Especialidad de Estudios de Género. comisión de la Mujer Universidad Nacional de Salta 2007- 2008- 2009
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