La Otra Voz Digital Directora Marta César
En Justicia Legítima se abordó la problemática de las cárceles en Córdoba. Dieron un crudo testimonio dos ex presidiarias.
El programa que se emite por Canal 10entrevistaron a dos mujeres, Mabel y María, quienes fueron reclusas privadas de su libertad en el Servicio Penitenciario de la provincia.
«Una que es mujer y tiene hijos sufre más la privación de la libertad», dijo una de las mujeres, asegurando que se padece la soledad.
Por otro lado, criticaron la falta de incentivo para contar con espacios de formación y educación. Las invitadas aseguran que tuvieron educación porque exigieron tenerla.
Sobre las acusaciones de maltrato hacia los presos, estas mujeres aseguran que fueron inyectadas y maniatadas. Sin embargo, confirman que «ahora es aún más grave la situación».
Las ex reclusas señalan que los psiquiátras suministran ansiolíticos ante cualquier malestar a los detenidos.
Mabel indicó que, tras «estar tanto tiempo encerrada en espacios pequeños» debió comenzar a utilizar lentes por la alteración de la visión.
«No encuentro salida. He pedido que me apoyen. Conseguís changas y recaés», se lamentó María y agregó que «el Patronato del Liberado no existe, no te dan nada si no hay un puntero».
Ambas ex presidiarias piden poder avanzar en sus estudios. «Me encantaría terminar la secundaria y hacer un curso luego», expresó Mabel.
«Se busca la humillación de los reclusos»
En otro tramo del programa, Adriana Revol, de la Coordinadora Anticarcelaria, analizó la coyuntura actual del sistema.
«El Estado nos quiere convencer a toda costa de que está todo bien con las cárceles», manifestó.
De igual modo que el testimonio de las expresidiarias, Revol denuncia la existencia de trabas para impedir el acceso a la educación de los reclusos.
«La persona detenida ha perdido el derecho a circular, no los demás derechos», aclaró la especialista.
Revol describió el accionar de los agentes del Servicio Penitenciario provincial. «El personal del sistema penitenciario busca humillar, busca que el recluso se quiebre», dijo.
En cuanto a la difusión de imágenes de detenidos con posesión de drogas y armas dentro de la cárcel de Bouwer, Revol consideró que «la mayor parte de la droga llega de otra manera a las cárceles. Allí dentro hay un mercado cautivo, todos consumen».
También se refirió al Complejo Esperanza, que debería constituirse como un instituto de alojamiento para menores en conflicto con la ley penal, apuntando a la resocialización de los jóvenes.
Revol fustigó que «el Complejo Esperanza no es un instituto, es una cárcel para jóvenes y menores».
Imagen : www.infoaltoque.com.ar
