Fallo judicial

«Estoy feliz: en diez días voy a tener mi título», dijo Melina Quereilhac

«Estoy feliz, en diez días tendré mi certificado de estudios», dijo la joven Melina Quereilhac, que ganó una pelea judicial, por lo que ahora el gobierno porteño tiene que ordenar al colegio privado, donde se recibió de bachiller, que entregue en un máximo de 10 dí­as hábiles el diploma.down

Melina se emociona al charlar con Télam: “Yo hice la escuela en el IMEP, que ahora se llama Instituto Formadores de Futuro. A los compañeros míos les dieron el título y a mí no me lo dieron.  Entonces yo lo llamé a mi amigo Diego (Agüero), que es abogado y él me consiguió el título… Me emociono… Estoy feliz”.

La joven tiene muy presente que “ahora faltan 10 días” para que le entreguen el documento, según un fallo del juez porteño Roberto Gallardo.

Durante todo este tiempo, no obstante, Melina siguió capacitándose y trabajando: actualmente es asistente en una escuela de azafatas, hizo varios cursos y participa cada sábado del programa “Desde la Vida” que se emite por la Televisión Pública.

“Yo lo llamé a Diego, le dije gracias por darme el título a mí, él se emocionó mucho. Ahora él será mi mejor amigo siempre”, dijo Melina.

En tanto, el director ejecutivo de la Asocición Sindrome de Down de la República Argentina (Asdra), Pedro Crespi, aseguró que lo que impidió que Melina Quereilhac tuviera su título al haber cursado y aprobado todas las materias del nivel secundario fue “un claro acto de discriminación”.

“Asdra entiende que la persona tiene que estar inserta en todos los ámbitos de la sociedad, es su derecho, porque la vida es en sociedad. En segundo lugar, no se trata de ser una sociedad igualitaria porque no todos somos iguales, sino, en todo caso, equitativa, donde a cada uno se le pida y se le exija según sus posibilidades», destacó.

Para Crespi, «lo que falló es que no hubo una cuestión equitativa, hubo discriminación, no tuvieron en cuenta el esfuerzo que hizo Melina”, dijo.

Crespi destacó que la iniciativa para reclamar el reconocimiento de sus derechos surgió de la propia Melina, que contó con el apoyo de toda su familia.

“El gran mérito es que los padres siguieron luchando, uno a veces baja los brazos pero ellos no lo hicieron”, dijo.

No obstante, Crespi eligió la mesura para evaluar el impacto más general de este fallo porque no “basta con lo legal, hace falta que la sociedad legitime” estas decisiones, porque “acá el gran tema es la modificación de la práctica cultural”.

“Yo creo que lo que puede ayudar este fallo es para sensibilizar, concientizar y abrir la cabeza no sólo de los jueces sino de los directivos. Y que esto tenga efecto multiplicador, que sean mucho más los casos y que esto comience a generar una ola de presión desde la concientización, porque acá hay que modificar la cultura”, concluyó.

Imagen :  Telam