La Otra Voz Digital Directora Marta César
La cobertura de muchos de los medios de comunicación sobre los recientes hechos de violencia callejera «impone con el lenguaje la pena de linchamiento», a la vez que reproduce «un clima de eliminación social» del que al mismo tiempo se «horroriza», analizaron especialistas.
«Hay tres momentos diferentes» en el tratamiento mediático de los acontecimientos recientes en los que vecinos de diferentes localidades atacaron colectivamente a supuestos ladrones», consideró el sociólogo Luis Quevedo en diálogo con Télam.
El primer momento se corresponde con la creación de climas sociales por parte de algunos medios de comunicación, «que tiene que ver con un discurso conservador de derecha», que encuentra sus raíces «en propuestas que hace 10 años presentó (Juan Carlos) Blumberg y que afirman que hay falta de dureza y de leyes que castiguen a los criminales».
Estas posiciones fueron fortalecidas por declaraciones de «ciertos políticos que salieron a denostar la propuesta de reforma del Código Penal, que tuvo dos años de elaboración, simplificándolo y afirmando que los cambios van a liberar asesinos y ladrones».
Otro de los aspectos tiene que ver con la narración mediática que realizaron los medios masivos, especialmente «el tipo de cobertura realizada por Clarín y La Nación», una cuestión que lo preocupa porque «muestra como reacción natural y sana de la ciudadanos» los recientes linchamientos y ataques a supuestos delincuentes.
En sintonía, el Defensor Penal Juvenil de La Plata, Julián Axat, aseguró a Télam que «desde la dictadura hacia aquí existe un imaginario vinculado al chivo expiatorio, antes eran `los subversivos` y hoy son los jóvenes que viven en los barrios pobres», al analizar la problemática social de los llamados «linchamientos».
«Este clima de eliminación social, que reproducen los mismos medios que hoy se horrorizan con estos hechos, señala un chivo expiatorio que hoy son los jóvenes a quienes se los responsabiliza de todos los males», sostuvo el abogado.
Y añadió: «Sin embargo, el porcentaje de delitos cometidos por menores de 18 años en referencia al total es insignificante».
En referencia al rol de los medios, Axat indicó que «los medios que hoy se rasgan las vestiduras son los mismos que titulan: «menor abatido tras cometer un asalto», cuando ni siquiera se esclarecieron los hechos».
Para Quevedo, profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, en el tratamiento del tema, «se suman peras con bananas» en referencia a que los hechos difundidos se corresponden con «realidades muy diferentes» que son emparentados mediáticamente y «se atan episodios distintos» que son «justificados de la misma manera».
De esta manera, señala Quevedo, «los medios imponen con el lenguaje la pena de linchamiento y la justificacion de la justicia por mano propia», ya que «ese leguaje y la manera de sumar los episodios, son modos de construir relatos sobre lo social que tienden a realizar una falsa realidad donde no hay estado que proteja a los ciudadanos».
Para la especialista en derechos de infancia y adolescencia, Laura Musa, «la sociedad en su conjunto no ha interpelado al Estado para exigirle un juzgamiento claro de los jóvenes, pero algunos sectores sí son capaces de patear a un adolescente tirado en el piso sin esperar que llegue la policía, cuando se la pasan reclamando seguridad y garantía de derechos como los vecinos de Palermo».
«Los linchamientos son una muestra más de la discrecionalidad con la que se trata a los jóvenes pobres que los ubica como victimarios», sostuvo Musa, ex Asesora General Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires, para quien «el pensamiento que aflora en la sociedad es que `tenemos que resolver al margen de la ley`, porque la policía y la justicia no hacen nada».
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