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Especialistas advierten que «la Justicia sigue entregando niños a padres abusadores»

Aseguran que la corporación judicial sigue protegiendo a padres abusadores al poner en duda las denuncias realizadas por las madres y la propia palabra de las niñas, niños y adolescentes, a quienes obliga a sostener un vínculo con sus victimarios.SAP (1)

En el marco de la jornada «El pretendido Síndrome de Alienación Parental» -organizada por el Instituto Gener@ de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN)-, el juez platense Carlos Rozanski y las psicólogas especialistas Sonia Vaccaro y Alicia Ganduglia apuntaron a la justicia como «el ámbito principal cómplice de la aplicación del inexistente Síndrome de Alienación Parental».

Antes de cualquier desarrollo teórico para refutar este «pretendido síndrome que nunca fue aceptado por ningún manual de psiquiatría», Vaccaro presentó un video en el que se veía a un niño de 11 años llevado entre cuatro policías, uno de cada extermidad, mientras lloraba y gritaba que no quería ir y su padre observaba con pasividad la escena, hasta que finalmente el pequeño es subido a un patrullero.

«El video fue filmado el año pasado por la tía del niño en Italia. Esto es el SAP, sus consecuencias. La separación forzada de los chicos de sus madres para entregárselo a ese padre denunciado de abuso. Yo me pregunto, ¿qué clase de padre puede soportar esta tortura sobre su hijo sin hacer nada?. Esto es un tema de derechos humanos», disparó la psicóloga, autora junto a Consuelo Barea del libro `El pretendido síndrome de alienación parental`, una de las pocas publicaciones en español sobre la temática.

La crudeza con la que se realizan los procedimientos denominados de «re-vinculación», que Vaccaro advirtió que deben llamarse de vinculación forzada, no son la excepción sino la regla, de hecho, una de las madres presentes en el auditorio se descompuso.

Un vez que retornó al auditorio explicó «mis hijos fueron llevados de mi casa de la misma manera, por eso me hizo muy mal escuchar los gritos del nene; pero está bien que estas imágenes se difundan porque esto es por lo que pasan nuestros hijos».

El supuestos síndrome de alienación parental fue inventado por el médico estadounidense Richard A. Gardner y lo que postula es que las madres influencian a sus hijos para que digan que fueron abusados sexualmente por sus padres en el marco de separaciones conflictivas.

«Como respuesta a este síndrome el autor postula la `terapia de la amenaza` que consiste en que el niño debe ser llevado a la fuerza y obligado a vivir con su padre  e impedido de ver a su madre, sin mediar ninguna investigación acerca del tema central que es la denuncia de abuso del padre sobre el niño», describió Vaccaro.

El SAP, que constituye además una forma de violencia de género debido a la descalificación del testimonio de la mujer y el maltrato al que se verá expuesta a partir de la denuncia, fue analizado también por el juez Rozanski, quien aseguró que «está sostenido por un aparato perverso que se encuentra enquistado en la justicia, en algunos organismos del estado y en la sociedad».

«Durante años se negó el abuso sexual infantil a partir de afirmar que `los niños mienten`, una vez que eso ya no se pudo sostener se elaboraron distintas teorías para asegurar la impunidad de los abusadores, el SAP es una de ellas», afirmó Rozanski.

Por su parte, la especialista en psicología infanto juvenil Alicia Ganduglia describió el recorrido que atraviesan madres y niños a partir de estas denuncias: «se produce el abuso, se realiza la denuncia civil y penal, se sospecha de la madre que denuncia, se desestima la causa penal y se establece la revinculación».

«En ese camino la madre sufre un desgaste emocional muy fuerte, el niño es expuesto a dudar de sus propios recuerdos, obligado a ver a la persona que le causó el daño, y la denuncia del abuso es descartada sin investigación», afirmó Ganduglia.

La especialista recordó además que «casi la mitad de las niñas y niños abusados no lo dicen nunca, de los que sí lo verbalizan muy pocas son las denuncias y sólo una ínfima parte es condenado».

Los tres expositores coincidieron en que existe un sistema de creencias patriarcales y misóginos que permiten la supervivencia de este tipo de prácticas instaladas en el sistema judicial pero también avalada por algunos profesionales de la salud y por una parte de la sociedad.

También remarcaron la importante de que estas jornadas fueran organizadas en el ámbito del Estado, en este caso del poder Ejecutivo a través de la SIGEN.

En efecto, en la apertura de las jornadas, la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, aseguró que «el pretendido SAP es sin duda una forma de violencia de género» y fijó su posición al afirmar que «cuando se produce una revinculación de un niño con un padre abusador la familia termina siendo un centro de tortura».

Finalmente, Silvina Zabala, directora de Gener@ y promotora de estas jornadas, afirmó a Télam que «el poder judicial debe hacer una autocrítica hacia adentro de su corporación, hacer espacios de capacitación para juezas y jueces y el Consejo de la Magistratura también debería actuar ante las denuncias de magistrados que dan cursos a teorías como las del SAP».

Imagen : contralacustodiacompartidaimpuesta.blogspot.com