Brasil

En el país del Mundial, las mujeres luchan por un lugar en el fútbol

El  país del fútbol y del Mundial-2014 no trata igual a los hombres y las mujeres: ellos son grandes estrellas mundiales, pero las jugadoras luchan por derribar prejuicios y abrirse camino en el deporte rey.Brasil_chicas

Pelé, Zico, Ronaldo, Cafú, Neymar: varias décadas de juego y varias generaciones que dan cuenta de la supremacía de los hombres en el gramado.

«Es muy difícil para una mujer dedicarse al fútbol. Faltan recursos, falta apoyo, falta profesionalismo. Además, hay prejuicios», cuenta a la AFP Jéssica Spinola, una brasileña de 26 años bicampeona mundial de fútbol de salón.

Pero el interés ha crecido y ya hay más de 5.000 mujeres jugando en campeonatos de fútbol en Brasil, un país que sin embargo no considera esta actividad como profesional.

Spinola, junto al administrador y entrenador deportivo Juneo Videira, crearon hace dos años la Organización no Gubernamental J12, que funciona en un viejo y frío galpón en la zona sur de Sao Paulo.

Ahí, a pocos metros de una favela, 40 niñas y jóvenes a partir de 10 años de edad aprenden a jugar al fútbol tres veces por semana, algunas de ellas con ganas de dedicar su vida a este deporte.

«Esto no es sólo para jugar. Es para sacarlas de la calle y mostrarles que el deporte puede cambiar sus vidas, que tienen que estudiar, dedicarse», comenta Spinola.

La ONG supervisa el rendimiento escolar de las muchachas, todas habitantes de la favela, llamada Rosinha.

«El fútbol es un mundo muy machista. Es una pasión nacional, pero sólo para los hombres», dice la jugadora, conocida como ‘Jessiquinha’.

Es viernes por la mañana y el frío del invierno paulista se cuela dentro del galpón, donde una decena de chicas corre detrás de la pelota.

De esta escuela varias han pasado a clubes de Sao Paulo que tienen divisiones femeninas. La ‘escolinha’ puede ser el primer paso de una carrera futura.

«A mi papá no le gusta mucho que yo venga para acá, él quiere que yo vaya a las clases de ballet. Pero yo prefiero venir a jugar fútbol», cuenta Ana Julia de Souza, de 12 años.

Esta niña cuenta que sus jugadores favoritos de la Seleçao son David Luiz, Marcelo y Hulk. Sigue el Mundial y quiere que Brasil logre su hexacampeonato, pero no tiene referencias femeninas en el deporte que adora.

«A mí me encanta hacer goles», cuenta de su lado su compañera Beatriz De Carvalho, de 11 años.

Ambas chicas son negras, como la mayoría de las alumnas, hijas de familias pobres con padres o abuelos que sostienen al grupo con trabajos informales.

En otras partes de esta metrópoli, como en la zona este, cerca del estadio mundialista Arena Corinthians, un proyecto de los centros de formación Sesc y el Consulado de Estados Unidos creó una escuela de fútbol para muchachas de entre 13 y 15 años.

Las niñas de la escuela quieren que algún día la Copa Mundial Femenina tenga la misma importancia que la que estos días se juega en su país. La próxima edición de ese torneo para mujeres será en 2015 en Canadá, con 24 selecciones. La edición de Alemania 2011 tuvo 16.

«La gente cree que porque a uno le gusta el fútbol es ‘marimacha’, pero nada que ver», dice convencida Vitoria Santana, de 12 años, otra de las niñas de la ONG J12.

«Se burlaban de mí, sufrí mucho. Pero ahora menos mal que eso está cambiando», considera Thais Moraes, de 22 años, una aficionada que viene al galpón a jugar con las chicas mayores de la escuela.

La brasileña Marta ha sido elegida cinco veces la mejor jugadora del mundo. Conocida como la «Pelé con faldas», dijo en una reciente entrevista con la AFP que espera «que haya varias mujeres que sean referencias en el fútbol femenino para las jóvenes».

Y en pleno Mundial, las futbolistas enviaron a la presidenta Dilma Rousseff una petición virtual para mejorar su situación.

«Las jugadoras no son consideradas profesionales y no tienen ningún derecho, ni laboral ni social», explicó Pedro Prata, director de comunicación de Change.org en Brasil, la mayor plataforma de peticiones virtuales del mundo.

Imagen : www.diadia.com.ar