La Otra Voz Digital Directora Marta César
El policía Marcos Abraham Camacho, abusó de su condición de superioridad para someter a una chica con “retraso madurativo grave” que vivía en el domicilio donde el efectivo realizaba consigna.
Este viernes se conoció la sentencia. La fiscalía a cargo de Gonzalo Gómez Amado, pidió 15 años de prisión efectiva, pero el juez Ramón Haddad decidió otorgarle solo 10 años, con la inhabilitación especial por el doble del tiempo con costas y accesorios legales, por ser el autor voluntario penalmente responsable del delito de violación de los deberes de funcionario en perjuicio de la administración pública y abuso sexual con acceso carnal agravado en concurso real en perjuicio de G.O.
Los hechos
“El policía me dijo que me vuelva”, manifestó la víctima. Fueron tres jornadas donde el tribunal escuchó y debatió el caso de la violación a la joven con retraso madurativo grave perpetrado el 30 de julio del 2.017.
El aberrante hecho ocurrió en el humilde barrio metanense Diógenes Zapata. Esa tarde, Camacho (por ese entonces 25 años) se encontraba prestando servicios en el hogar donde residía la víctima. De acuerdo al legajo de investigación 77/17, el acusado había llevado a la joven a un baldío cercado donde la violó. Las pericias realizadas por el equipo del Servicio de Biología Molecular Forense del Departamento Técnico Científico del CIF dan cuenta que “el efectivo dio positivo al examen de alcohol etílico en las muestras analizadas”.
Los vecinos y familiares que buscaban a la joven ese día, manifestaron que al notar que la muchacha desapareció del domicilio, comenzaron a averiguar dónde estaba. Luego de varios minutos ,observan que el uniformado sale de un terreno cercado “evidentemente nervioso y con pasto en su cabeza”, al ser indagado si sabía dónde estaba la joven, él respondió que no, es en ese momento en que la familia decide entrar al cerco y “encuentran a la adolescente con tierra en su ropa y muy desesperada”. Ante toda esa situación el padrastro de la chica abusada, decide radicar la denuncia.
“Se observa en la víctima desorganización temporal, no conoce el dinero, lenguaje precario con dificultades en la comunicación y bajo nivel en la energía psíquica […] también sufre enuresis (es decir fallas en el control de esfínter”, se pudo saber del examen psicológico realizado a la víctima.
Después del ataque, el policía Camacho, fue convocado a la realización del estudio psicológico, pero se abstuvo de someterse a las pericias. Privilegios del que no todxs gozan.
Tolerancia cero a las violencias contra niñas, mujeres y disidencias
La violencia institucional, provoca que miles de mujeres anualmente sean asesinadas y violadas debido a los procesos deficientes en el ámbito judicial. Este es otro caso donde el violador es un policía. La Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Ley N°26.485) , estableció la Violencia Institucional, como un ámbito donde pueden manifestarse distintos tipos de violencia contra las mujeres y la definió como “aquella realizada por las/los funcionarias/os, profesionales, personal y agentes pertenecientes a cualquier órgano, ente o institución pública, que tenga como fin retardar, obstaculizar o impedir que las mujeres tengan acceso a las políticas públicas y ejerzan los derechos previstos en esta ley. Quedan comprendidas, además, las que se ejercen en los partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales, deportivas y de la sociedad civil”.
Miembrxs de las fuerzas de seguridad, integrantes de los tres poderes, efectorxs de justicia, participan del sistema sexista, machista , patriarcal, prostibulario, de explotación y subordinación de las mujeres.
Bajo la prescripción »lo personal es político», el movimiento feminista logró a través de las luchas de décadas, un formidable avance en el corpus normativo, que no se logra efectivizar en la cotidianeidad de las víctimas de todas las violencias machistas.
Pese al rechazo de cierta parte de la sociedad, será necesario endurecer el discurso y profundizar las luchas. No se puede aceptar la continuidad de los acosos, malos tratos- en el ámbito doméstico, institucional o público-, de los golpes, violaciones a la integridad y libertad sexual ,la desaparición de mujeres para explotación sexual, los femicidios, lesbocidios, transfemicidios. No se debe permitir, que nuestros cuerpos, sigan siendo el territorio de disputa de la violencia machista y patriarcal,
