Isidro Encina anticipó que apelará el fallo que las condenó por lesiones graves «hasta llegar a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, si es necesario».
El letrado consideró que el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nro. 2 de Mercedes fue «salomónico, falaz, absurdo, carente de enfoque de género y corporativo», porque aseguró que «ellas son inocentes».
El TOC 2 de Mercedes condenó ayer a las jóvenes como coautoras del delito de lesiones graves, a la pena de 2 años, 1 mes y 21 días de prisión, pero dispuso su inmediata libertad, por la «prisión preventiva sufrida» por las jóvenes, por más de 2 años.
Ailén, de 21 años, y Marina, de 20, el 19 de febrero de 2011 se encontraron en una esquina de la localidad de Paso del Rey con Juan Leguizamón, vecino de ellas, quien acosaba a Ailén y en esa madrugada quiso abusar de ella utilizando un arma de fuego, según el testimonio de las hermanas.
Ellas sacaron un cuchillo, lo hirieron, le quitaron el arma y luego se presentaron en la comisaría para contar lo ocurrido, en tanto «él las denunció por atacarlo con un arma sin motivo aparente», dijo el abogado.
Desde ese momento quedaron detenidas y fueron juzgadas por homicidio simple en grado de tentativa, pero el TOC las condenó por lesiones graves y dispuso su inmediata libertad, ya que cumplieron más de dos años en la cárcel.
Si bien el presidente del TOC, Marcos Barski, explicó antes de la lectura de la sentencia, que la decisión fue unánime, los argumentos estuvieron a cargo de la vicepresidenta Maria Graciela Larroque y el tercer firmante fue el vocal Fabián Brahim quien reemplazó al juez Fernando Bustos Berrondo.
A lo largo del juicio, la defensa hizo una serie de cuestionamientos a la etapa instructiva a cargo de la fiscal Luisa Pontecorvo y también cuestionó el accionar de la defensora oficial que tuvieron en principio las hermanas, la abogada Manuela González.
«Ver esta sentencia es conocer al Tribunal y ver el sentido corporativo con que han operado», sostuvo Encina, quien dijo que «la cuestión de género» se incluyó en la defensa de las jóvenes «inexplicablemente de modo extemporáneo».
En este sentido, el letrado explicó que la temática de la violencia de género apareció con la nueva defensa, cuando «las chicas se animaron a hablar, porque la defensora González les había dicho que eso no era importante».
«La construcción que hizo la jueza es un absurdo, se quedó en la instrucción, tal como lo hizo el fiscal», consideró Encina, al señalar que «no quieren ver lo que está pasando con las mujeres».
Al salir ayer del penal de Los Hornos, Ailén manifestó a Télam su deseo por «trabajar por los derechos de las mujeres, ayudar a las personas que están presas injustamente, como lo estuvimos nosotras».
De la misma manera, su hermana Marina dijo que quiere «seguir luchando, porque adentro hay muchas mujeres que sufrieron violencia de género y lo cuentan como algo normal».
Ante la alegría por la libertad de las chicas, Julio, padrastro de las jóvenes, confió a Télam que «es probable que nos tengamos que mudar, porque va a ser muy difícil convivir con el hombre que les hizo esto a las chicas en una misma cuadra, por ahora, ya enrejamos toda la casa».
Imagen : Télam