La Otra Voz Digital Directora Marta César
Angélica Narváez Pérez, una doctora que fue testigo de las heridas que recibieron dos de los estudiantes de Ayotzinapa la noche del 26 de septiembre, cuando 43 desaparecieron a manos de la policía municipal de Iguala, decidió romper el silencio.
La doctora denunció que el gobierno del estado de Guerrero, quien era coordinadora de los servicios de salud de la región norte, la despidió por atender a los familiares y a los estudiantes Aldo Gutiérrez Solano y Edgar Andrés Vargas, que resultaron heridos el pasado 26 y 27 de septiembre en Iguala.
Durante una conferencia de prensa, el dirigente de la Ceteg, Ramos Reyes Guerrero, y la doctora aseguraron que fue destituida por el jefe de la jurisdicción norte, Miguel Villanueva González, con el argumento de que es “una activista social y nociva para el sector salud”.
La doctora relató que desde el día del ataque, estuvo al pendiente de los heridos, pero el trato para los estudiantes y su familia dentro del hospital fue ‘humillante y deshumano’, en especial para Aldo Gutiérrez Solano quien se encuentra en estado vegetativo y Edgar Andrés Vargas quien quedó desfirgurado de la cara por los impactos de bala que recibió.
«Cuando veía que les cobraban hasta 8 pesos el vaso de agua, yo les ayudé. Intervine para que fueran trasladados», relató.
Angélica dijo también que ha recibido amenazas telefónicas que ella relaciona directamente con el apoyo que dio a los jóvenes y sus familiares. En una de las llamadas una voz de mujer le advirtió: Cálmate o te vamos a dejar en pedacitos, no entiendes».
Por su parte, miembros de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) hallaron rastros de una hoguera con osamentas carbonizadas, probablemente humanas.
Miguel Jiménez Blanco, comandante de la Policía Ciudadana (PC) de la UPOEG indicó que el hallazgo se registró aproximadamente diez kilómetros antes de llegar al tiradero de basura de Cocula.
Señaló que se trata de una extensión pequeña de terreno, en la que hay señas de que se preparó una hoguera y se esparcieron huesos en diferentes puntos.
Jiménez dijo que es posible que hubiesen dividido al grupo de estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa para quemarlos, no obstante afirmó que el hallazgo ya fue notificado ante peritos de la Procuraduría General de la República y serán ellos quienes realicen las investigaciones.
El líder de la UPOEG tampoco descartó la posibilidad de que se trate de un montaje.
También informó que este domingo habrá un recorrido por parte de familiares de personas desaparecidas e integrantes de la UPOEGy se espera que el lunes acudan peritos de la PGJE y la Procuraduría General de la Republica (PGR).
El tiradero de Cocula, es el principal referente que tiene la PGR para soportar la tesis de que parte de los 43 normalistas desaparecidos la noche del 26 de septiembre en Iguala fueron asesinados y calcinados.
En tanto, algunas tiendas departamentales en Chilpancingo fueron cerradas por integrantes del Colectivo Popular Revolucionario (CPR), en protesta por los estudiantes de Ayotzinapa.
Un grupo de al menos 50 personas con el rostro cubierto se dirigieron a la tienda Soriana, donde después de manifestarse en las puertas de acceso, pidieron a las personas que se encontraban en el lugar, que desalojaran porque iban a cerrar.
Desde que los estudiantes fueron atacados, los sobrevivientes y sus familiares reclaman la aparición con vida de los 43 secuestrados. Uno de ellos,, Alejandro Mora, fue identificado entre restos hallados en Cocula tras la confesión de policías que revelaron la masacre de cometida contra los jóvenes. Ahora buscan a 42.
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