Tucumán

Cuatro meses sin pistas sobre Daiana Garnica: «Tienen pruebas suficientes pero no se avanza»

La joven de 17 años fue vista por última vez el 6 de mayo. El padre de Daiana está convencido de que su hija fue víctima de una red de trata de personas.

Imagen : La Gaceta

Este miércoles se cumplieron los cuatro meses desde el día en que Daiana Garnica fue vista por última vez. Su familia no se rinde, y aunque denuncian que la investigación no avanza, marcharon para pedir su aparición con vida.

Hace 123 días que no hay pistas sobre la adolescente de 17 años, que salió de su casa el 6 de mayo y no volvió más. Este miércoles, que se cumplen cuatro meses, su familia, sus amigos y sus allegados marcharon a Tribunales para pedir la aparición con vida de la joven y celeridad a la Justicia.

Según denunciaron, en este tiempo no hubo avances en la investigación. «Voy a pedir nuevas medidas en la investigación. Tienen pruebas suficientes pero no se avanza. Creo en lo que dice el fiscal, pero mi hija está desaparecida, seguimos buscándola con vida», manifestó Ramón Garnica en diálogo con «Radio Rivadavia Tucumán».

El padre de Daiana está convencido de que su hija fue víctima de una red de trata de personas. “Darío Suárez secuestró a mi hija y la vendió; la entregó para que se la lleven a otro lado y sigue callado la boca. Estoy seguro de eso. No sé cuándo la justicia trabajará por esa parte, ya se me termina la paciencia. No puedo vivir sabiendo que mi hija fue privada de la libertad por esta basura que encima no habla. Vivimos en un mundo de egoístas, te ven llorar, suplicar y no se conmueven”, se había quejado tiempo atrás.

El sábado 6 de mayo, Daiana recibió mensajes de su vecino Darío Suárez, en 40 años. En esos textos, el principal acusado le pidió a la adolescente que lo acompañe a hacer unas compras. Ella aceptó y le avisó a su madre, con quien estaba tomando mate en su hogar de Alderetes. Dejó cargando el celular y se fue. Nunca más volvió a ser vista.

La principal línea de investigación que maneja Claudio Bonari es que Daiana habría sido víctima de un crimen. El fiscal cree que Suárez la habría llevado mediante engaños y que luego le habría quitado la vida, aunque por el momento no sabe qué hizo con ella. Para cumplir con esto, siempre de acuerdo con la hipótesis de Bonari, habría contado con la colaboración de Juan Matar, dueño de la ladrillera donde trabaja Suárez y Fabián “Sapo” Pacheco, compañero del principal acusado. También se imputaron a otras nueve personas cercanas a Suárez.

Desde que desapareció la adolescente, los investigadores barajaron también que hubiera sido víctima de una red de trata de personas. Por ello, semanas atrás, Bonari pidió la colaboración de la división Trata de Personas para difundir los datos de la adolescente para encontrarla.

La Policía y personal judicial inspeccionó la ladrillera de Alderetes donde trabajaba el principal acusado. En las semanas siguientes se allanaron un frigorífico, una fábrica de menudencias y otra de harina que quedan cerca de la cortada. Con colaboración de la SAT, se dragaron pozos ciegos de las casas de Suárez y de Pacheco. También se realizaron allanamientos y se recogieron elementos en los domicilios de los sospechosos.

Durante de la búsqueda de pistas se detectaron algunas irregularidades, según los defensores de los acusados. Afirmaron que los primeros allanamientos fueron realizados por Bonari sin la orden de un juez. Además, en junio, se habían extraviados sobres con los resultados de las pericias practicadas a elementos recogidos durante los allanamientos en la ladrillera.