Sin embargo, debido a las leyes del estado de Texas, los asistentes a la votación podían llevar armas consigo.
Ante la confiscación de los agentes, algunas de las mujeres activistas que estaban en la sala, repartieron tampones y condones entre los asistentes como forma de protesta.
La Cámara Alta estatal votó 19-11 a favor del texto legislativo que incrementa los requisitos legales para las 42 clínicas abortivas de Texas, de las cuales, tras la aprobación de la ley, solo 5 cumplen la normativa.
Además, la legislación prohíbe practicar el aborto tras la vigésima semana de gestación, sólo permite su práctica en centros quirúrgicos y limitar dónde y cuándo las mujeres pueden tomar pastillas para inducir el aborto.
Los demócratas han prometido que interpondrán una demanda contra el contenido de la nueva legislación texana, la última que aumenta las restricciones al aborto y que se une a las ya aprobadas en estados como Mississippi, Ohio, Oklahoma, Alabama, Kansas, Wisconsin y Arizona.
Los congresistas demócratas introdujeron enmiendas para añadir excepciones a los casos de violación e incesto y para eliminar algunas de las cláusulas más restrictivas, pero los republicanos rechazaron todos los cambios propuestos.