Cada semana, jubilados de todo el país salen a protestar, luego de haber trabajado toda su vida, para exigir una jubilación digna que les permita cubrir sus necesidades básicas. Sin embargo, lejos de escuchar sus reclamos, el gobierno los reprime y ahora no avanzará en la continuidad del sistema de moratorias previsionales.

En consecuencia, Amnistía Internacional lanzó un petitorio internacional, conocido como Acción Urgente (AU), para que los senadores y diputados del Congreso de la Nación impidan el vencimiento de las moratorias previsionales, previsto para el próximo 23 de marzo o promuevan un sistema alternativo que garantice condiciones de vida adecuadas para las personas mayores. La organización lo solicita ante los riesgos que esto representa para la garantía del derecho a la seguridad socialy a un nivel adecuado de vida para los adultos mayores. De no prorrogarse la moratoria previsional o reemplazarse por un sistema alternativo, quienes no cumplan con los 30 años de aportes no podrán acceder a la jubilación. Por ello, la organización pide al Congreso que actúe y garantice un nivel de vida adecuado para las personas mayores
Ayer no se logró quorum en la Cámara de Diputados para discutir la prórroga de la moratoria y la ampliación de la cobertura de medicamentos de PAMI. Si el Congreso no actúa, el 69% de las mujeres y el 50% de los hombres no se jubilarán a los 60 ó 65 años, teniendo que optar por alternativas que están lejos de cubrir las necesidades básicas. Ante una situación de emergencia en la cual más del 63% de los jubilados son pobres, es urgente que el Congreso priorice la protección de las personas mayores.
La Acción Urgente (AU) es una estrategia de solidaridad impulsada por Amnistía Internacional (AI) por la cual miles de personas de todo el mundo se suman para exigir el respeto de los derechos humanos. De esta manera, AI activa una red integrada por decenas de miles de personas que unen su capacidad de acción enviando cartas y mensajes de correo lo más rápidamente posible al país de que se trate.
El adiós a la moratoria
En Argentina los varones pueden jubilarse a los 65 años y las mujeres a los 60 años, con 30 años de aportes o a través de moratorias previsionales. Justamente, las moratorias son políticas públicas para garantizar el acceso a la jubilación a personas que no cumplen con los 30 años de aportes. Su objetivo es reparar situaciones de inequidad frente a las consecuencias de trayectorias laborales desiguales en un país donde más del 47 % del mercado laboral se realiza de manera informal.
La dificultad de los trabajadores para alcanzar los años de aportes para acceder a una jubilación ha sido señalada en el último informe de ANSES, que destaca el bajo nivel de cobertura del régimen contributivo, señalando que por ello el 50% de los varones y el 69% de las mujeres en edad jubilatoria no podrán acceder a un beneficio contributivo. De los datos procesados sobre jubilaciones otorgadas en diciembre de 2024, solo alrededor del 30% de las jubilaciones fueron otorgadas sin acudir a una moratoria previsional.
Aunque el fin de las moratorias impactará en quienes no tengan aportes suficientes por informalidad y/o trayectorias personales específicas, se observa que tendrá un impacto desproporcionado en las mujeres, ya que tienen mayores tasas de informalidad que los hombres. Según datos oficiales, sólo el 12,1% de las mujeres en edad de jubilarse (entre 55 y 59 años) cuenta actualmente con más de 20 años de aportes jubilatorios.
Una vez más quienes más pierden son las y los adultos mayores. El ajuste siempre es con ellos. Ninguna gestión ha dado prioridad a la protección de los jubilados. Amnistía Internacional recuerda las obligaciones internacionales del Estado argentino, de respetar y garantizar el derecho a un nivel de vida adecuado para las personas adultas mayores, aún en tiempos de crisis.