Córdoba

A Mariela también la buscan en localidades vecinas a Inriville

Vecinos participan de los rastrillajes. Mil personas marcharon ayer para exigir que la encuentren.mariela 1

Mientras ayer se realizó una masiva marcha por las calles de Inriville para exigir por la aparición con vida de Mariela Bortot (40), la mujer cuyo paradero es un enigma desde el 25 de enero último, cuadrillas de vecinos prosiguieron con su búsqueda en localidades aledañas.

Encabezada por familiares y miembros del círculo íntimo de la mujer, la marcha que involucró a más de mil personas recorrió las principales arterias de la localidad del sudeste cordobés y culminó frente a la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, donde se ofició una misa que tuvo como plegaria central que se devele el misterio que mantiene en vilo a toda la comunidad.

En los últimos días hubo varios cortes de ruta y la comunidad pasó del estado de shock inicial a vivir días de tensión y cruces con las autoridades municipales.

Es que el único sospechoso por la desaparición de la mujer es Jorge Orellano, un expolicía que hacía tareas de seguridad en una estancia que es propiedad del intendente Marcos Rodrigué. Orellano, quien está detenido desde hace tres semanas, declaró ante el fiscal de Corral de Bustos, Gustavo Zuchiatti e intentó despegarse del caso. Ayer, el intendente desmintió que esté haciéndose cargo de los honorarios de su defensa.

En los últimos días, cuadrillas de vecinos junto a bomberos y policías de la zona participaron de rastrillajes y búsquedas que se concentraron en localidades vecinas a Inriville, con la idea de ampliar el cuadrante de búsqueda ante la falta de nuevas pistas.

Ayer, un grupo se concentró en General Baldissera, a 18 kilómetros de Inriville, para caminar durante toda la jornada en procura de alguna señal, un dato que eche luz al caso.

Paola Bersia, una de las mujeres que interviene en las tareas de rastrillaje, dijo ayer a este diario que después de recorrer de palmo a palmo la zona de Inriville en varias oportunidades decidieron salir a buscar en pueblos vecinos.

“Estamos cansados porque hoy (por ayer) llovió y hacemos una tarea que es a pie, en zona barrosa, de canales de desagües, en donde hay que trepar, apoyarte en donde puedas, y caminar mucho”, dijo y agregó: “No tuvimos buenos resultados hasta ahora, pero todo lo que se hace es un aporte porque no hay nada, ningún indicio”.

Para Bersia, este caso ha generado un fuerte impacto en la gente. “Esto nos destruyó como comunidad”, aseveró. “Los niños del pueblo están asustados, no quieren salir a la calle, tienen mucho miedo”, sintetizó.

Sin descanso

Claudio Bortot, hermano de Mariela, dijo ayer que la familia no tiene descanso en la búsqueda y que los días se hacen eternos ante la falta de noticias sobre el paradero de la mujer.

“Es difícil decir algo después de semejante dolor. Uno vive con esto todo el tiempo y se hace difícil”, sostuvo.

Y continuó: “Acá no hay política, el objetivo es uno solo, encontrar a mi hermana viva. Tiene que aparecer, ya va a hacer un mes y estamos como el primer día”.

El hermano de Mariela justificó los cortes de media calzada que se realizaron durante la semana pasada sobre la ruta provincial 6, que atraviesa el pueblo. “No son cortes, sirven para que le demos un volante a la gente donde están los contactos para que nos acerquen información”, dijo.

Luego, señaló que sus padres están al tanto de todo lo que sucede pero les resulta muy difícil llevar adelante el día a día cuando no se consigue ninguna información ni adelanto sobre el caso.

Convulsión

¿Por qué en los últimos días se incrementó la tensión social en Inriville en tono al caso?

La respuesta a ese interrogante tiene directa relación con la declaración que el detenido Orellano hizo ante el fiscal Zuchiatti. Según trascendió de fuentes judiciales, el expolicía intentó desligarse presentando pruebas y testigos con su versión de lo que hizo durante la tarde y la noche del 25 de enero. A Mariela la vieron por última vez en un camino rural por el que solía hacer una rutina de actividad física casi a diario.

Las principales pruebas contra Orellano son los mensajes de texto en el celular de la mujer en el que se declara “enamorado” de ella. Y la filmación de una cámara de seguridad de la estación de servicio Shell, en la que aparece en dos oportunidades el día de la desaparición. En una de ellas, se ve al expolicía con la ropa embarrada.

La trama del misterio

Sin rastro. Mariela Bortot (foto) fue vista por última vez el 25 de enero, alrededor de las 18.30. Como casi todos los días, caminaba por un camino rural muy utilizado por los vecinos para realizar actividad física.

Búsqueda. La búsqueda de la mujer resultó infructuosa y sólo se encontró una ojota que llevaba cuando desapareció.
Sospechoso y detenido. Jorge Orellano, un expolicía que trabaja como guardia de seguridad de la estancia del intendente, fue detenido como único sospechoso de la desaparición. La Justicia evalúa las pruebas en su contra. Se declaró inocente.

Imagen :  claudelos.blogspot.com