El testimonio de la activista Lohana Berkins logró resumir la historia de lucha «inscripta en los cuerpos» del colectivo trans, al abrir un seminario organizado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
Durante la apertura del encuentro, el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, y el interventor del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), Pedro Mouratian, hablaron sobre de la necesidad de profundizar la políticas en materia de diversidad.
«Tenemos en nuestros cuerpos inscripta la represión de las dictaduras y la indiferencia de los gobiernos democráticos con políticas de bajo impacto que siguieron socavando nuestra autoestima», sostuvo Berkins al describir el tiempo previo a las actuales políticas de inclusión del colectivo LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans).
El relato de Berkins conmovió a la audiencia porque habló desde el cuerpo, ese «lugar» con memoria en el que también «quedaron inscriptas las leyes emblemáticas de la diversidad sexual», que este Estado, al que definió como «innovador», impulsó y sancionó.
Berkins, referente del colectivo trans (grupo que engloba a las personas travestis, transexuales y transgénero) recordó que «ni siquiera nos reconocíamos como víctimas. Eramos victimarias, porque éramos vistas como exhibicionistas, escandalosas, negras e infectadas».
«Con la recuperación de la democracia, quisimos salir alegremente a la calle porque pensábamos que íbamos a tener derechos», pero no hubo «ningún derecho, es más, el Estado recrudeció sus políticas sobre nuestros cuerpos porque como no se querían hacer cargo generaron lo que se llama políticas de bajo impacto», explicó Berkins.
Para la dirigente, «la negación de nuestros derechos se ancló en la estructuralidad de la corrupción. Así vivimos y así murieron incluso en democracia unas mil compañeras por causas evitables», sostuvo.
La referente señaló que «hoy en día hemos avanzado mucho pero quedan rémoras de los que no quieren la transformación en un sector de la derecha arraigada y en algunos sectores de la política vinculada a gobiernos provinciales».
«Hace 10 años el Estado nos vio. Vio que estos cuerpos reclamaban derechos. Hoy seguimos trabajando porque hace falta hablar de los temas de la diversidad sexual allí donde se produce la injusticia, todos los días. La verdadera inclusión excede a las leyes», reflexionó.
Para Fresneda, «la Patria no es una bandera sino el sentido de pertenencia a una comunidad. Por esa comunidad muchos dieron la vida. Al igual que el colectivo LGBT, yo como hijo de desaparecido y víctima del Terrorismo de Estado, me siento reparado por este Estado».
En tanto, Mouratian llamó a seguir trabajando con las fuerzas de seguridad y a realizar estos debates en los municipios y gobernaciones de todo el país, «allí, donde todavía falta mucho por hacer».
El funcionario hizo hincapié en que «es lógico que hayamos naturalizado algunos logros» pero advirtió que no es bueno creer en que «ya no es posible volver atrás en materia de diversidad sexual».
«Argentina es un país de avanzada y tiene leyes que son emblemáticas», reivindicó y pidió «seguir trabajando en la defensa de los derechos de todos».
Imagen : Télam