Directivos, docentes y alumnos de la escuela pública donde estudió Lohana Berkins le rindieron homenaje ayer en un acto lleno de lágrimas. En medio de un Colegio Pueyrredón travestizado, niños de 1° a 7° la recordaron con palabras de admiración y afecto. “El cuerpo travesti de Lohana y la incomodidad que generaba en la sociedad ya son parte de nuestra identidad y nuestro cuerpo colectivo”, dijo una de las docentes impulsoras. El acto no fue sólo simbólico: el colegio se plantea enseñar la Ley de Educación Sexual a partir de su “tía trava”.

Mariposas de cartulina de todos los colores y tamaños cubren las paredes del Colegio N° 7 D.E. 3 “Juan Martin de Pueyrredón”, en el barrio de San Telmo. Las hicieron las y los estudiantes de la escuela en la que estudió Lohana Berkins para adornar un homenaje que hizo emocionar hasta las lágrimas a todas y todos los presentes.
Las chicas y los chicos de entre 13 y 18 años vestían guardapolvos blancos con corazones con la bandera multicolor símbolo LGTBI en la espalda. Esos cuerpos adolescentes recordaron con poemas, videos, canciones y bailes que Lohana visitó su escuela el año pasado y destacaron la lección principal que les dejó de ese preciado encuentro: “Pelear por la felicidad de ser quienes somos es siempre pelear por los derechos de todas y todos”, dijo Matías, de 2° año.
El acto comenzó con Tatiana, una de las docentes, explicando que el proyecto educativo del colegio fue sentir y pensar en Loahana como eje para trabajar y cumplir con el programa de la Ley de Educación Sexual Integral. Es decir: todas las materias – desde música hasta biología- pensaron en Lohana, su vida y su militancia política para aprender los contenidos curriculares más diversos. “Y así el cuerpo travesti de Loahana y la incomodidad que generaba en la sociedad, puedo decir hoy con orgullo como docente que ya son parte de nuestra identidad y nuestro cuerpo colectivo”, dice Tatiana, y los estudiantes aplauden y silban sonrientes.
Entre las chicas que llevaron adelante el homenaje se encontraban las sobrinas de Loahana, Ana y Ludmila que hoy continúan el legado de estudiar en “el Pueryrredón” y son igual de inteligentes y carismáticas que su “tía trava”, como la llamó Ludmila . Ana leyó unas palabras y dijo: “A mi tía le agradezco muchísimas cosas. Entre ellas, el haberme presentado el feminismo por el cual hoy lucho. Y también le agradezco que no me lo enseñó sólo con palabras sino a través de su vida y su historia porque por más rotas que haya tenido, por momentos, las alas siempre tuvo fuerza para reparase. Siempre tuvo el coraje para ser mariposa, como bien decía ella”.
El cierre del recordatorio estuvo a cargo de la poeta Susy Shock, quien entonó una canción especialmente escrita para Lohana e invitó a mariposear a todos los presentes.
Y así, entre risas, llantos y abrazos Lohana volvió a lograr lo impensado: una placa con su foto, foto de un cuerpo travesti, que sonríe desde la pared de una escuela pública.





