Salta

Testimonios y responsabilidades para la instalación de una zona roja

Esta semana volvió al debate la delimitación de una zona para ejercer la prostitución.Una trabajadora sexual y dos funcionari@s municipales plantean sus puntos de vista.putass

El proyecto aprobado por la cámara de diputados el martes pasado, que por un lado permite a los municipios crear zonas rojas y, por otro, criminaliza la demanda de sexo en la vía pública, despertó opiniones dispares entre distintos sectores involucrados en la temática.

Gisselle tiene 34 años y se prostituye desde los 17. Para ella la idea de sancionar al cliente es un gran retroceso, una forma de seguir estigmatizando al sector. “No somos delincuentes. Nos paramos en una esquina y ofrecemos sexo a la persona que realmente lo quiere”, enfatiza. La posibilidad de crear una zona roja, en cambio, sí le parece adecuada. “No queremos seguir en el barrio Hernando de Lerma, molestando a los vecinos”, dice. Y añade que lo que más necesitan es seguridad, higiene, dejar de ser perseguidas por la policía.

La trabajadora insiste además en que muchas compañeras que están en las esquinas fueron empujadas allí por la sociedad: el 95% no tienen el secundario terminado, ya sea porque fueron segregadas de la familia, echadas a los 13, 14 años o porque pertenecían a familias de escasos recursos y encontraron en esas esquinas una forma de supervivencia. “La calle es lo único que te queda”, afirma Gisselle.

El rol del Estado

Victoria Ro Liendro, directora general de la Diversidad de la Municipalidad de Salta, no brindó una posición concreta sobre la instalación de una zona roja, ya que ahora, como funcionaria municipal, tiene que ver tanto por el vecino, como por las chicas que están en la calle. Sí dijo que es necesario hablar del tema y, sobre todo, que el Estado deje de criminalizar y perseguir a las trabajadoras. “Ellas quieren un espacio donde no se las moleste, donde la policía no arremeta contra su integridad física”, expresó.

Sostuvo, además, que la situación es compleja porque la idea es que el Estado trace políticas de inclusión, para que muchas personas no tengan la necesidad de prostituirse en el futuro. Por otra parte, dijo que el Estado estuvo ausente por muchos años y que por eso a muchas chicas no les quedó otra que prostituirse. Con estas chicas, ya grandes, que se construyeron en el marco de la marginalidad y no pueden hacer otra cosa.

“El desafío es que el estado las contenga. El estado debe educar en diversidad. La escuela es el primer lugar para contener a la gente”, concluyó.

Contradicciones y propuestas

El concejal Gastón Galíndez reconoció que, a partir de la aprobación de la Cámara de Diputados del nuevo código contravencional, existe una contradicción entre la idea de crear una zona roja y al mismo tiempo sancionar a quienes demandan u ofertan sexo en la vía pública. Por lo que sugirió esperar a que el proyecto sea revisado por los senadores. Al mismo tiempo señaló que los municipios deberán articular criterios la ley provincial y decidir si aceptan o no crear zonas rojas.

Con respecto al municipio de Salta, el edil advirtió que los vecinos de la zona de Hernando de Lerma y San Antonio manifiestan que “no pueden soportar el exhibicionismo en la puerta de sus casas”. Por lo que desde el Consejo Deliberante han convocado a un plenario con distintos actores involucrados, tales como centros vecinales, policía, organizaciones de derechos humanos y personas que ejercen la prostitución.

Finalmente, con respecto a la instalación de zonas definidas para el ejercicio de la prostitución, Galíndez destacó que “a nivel país no han dado buen resultado” y mencionó el ejemplo de la ciudad de Buenos Aires, que pese a que los diputados determinaron a los Lagos de Palermo como zona roja, hoy la oferta de sexo está presente en diversos lugares públicos de esa ciudad.

 

 

Imagen : www.corrienteshoy.com.ar