El juez de la Sala I del Tribunal de Juicio de Tartagal, Ricardo Martoccia, en juicio abreviado, condenó a J.N.G., a la pena de doce años de prisión efectiva por ser autor responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y por la minoridad de la víctima aprovechando la convivencia preexistente con la misma.
Ordenó el juez que el condenado permanezca alojado en la cárcel local.
Desde que su hija tenía 6 años el hombre la manoseaba, amenazándola que si contaba algo le iba a hacer lo mismo a su hermanita que por entonces tenía 9 años de edad. Los abusos prosiguieron aprovechando la ausencia de la madre o cuando todos dormían.
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