La dirigente de la Tupac Amaru volvió a expresarse desde el penal del Alto Comedero, a dos semanas de que se inicie un nuevo juicio en su contra.

A dos semanas de que se inicie iniciarse un nuevo juicio en contra, la dirigente de la Tupac Amaru, Milagro Sala, escribió una nueva carta desde el penal del alto Comedero en el que se encuentra detenida en Jujuy.
Allí expresó que es una «perseguida política» y que su detención y posterior encarcelamiento fueron decididos «por el gobernador Gerardo Morales».
A continuación, el texto completo.
«A los jueces y fiscales de Jujuy:
Hoy quiero escribir lo que todos ustedes ya saben, pero necesito decirlo.
Ustedes saben que soy una perseguida política. Aunque ustedes digan públicamente lo contrario, saben que soy una perseguida política.
Ustedes saben que mi detención y mi prisión posterior fue decidida por el gobernador Gerardo Morales.
Ustedes saben que las causas judiciales contra mí fueron armadas en la gobernación. Saben, además, que ustedes obedecieron y fueron, y son, instrumentos de esa persecución política.
Ustedes saben que el juez Pullen Llermanos le propuso varias veces a detenidos canjearles la libertad por una declaración contra mi persona. Ustedes lo saben, y saben que Pullen Llermanos, en eso cumple. Al que declara contra Milagro Sala le da la libertad y el sobreseimiento, al que no acepta le espera la prisión indefinida.



El silencio de los inocentes
La Organización Barrial Túpac Amaru es una agrupación política argentina principalmente de la provincia de Jujuy, estaba dirigida por Milagro Sala, con más de 150 000 afiliados que recibieron su conducción y apoyo desde la organización de copas de leche hasta la construcción de viviendas y el desarrollo de otras cooperativas de trabajo. De polideportivos con piletas, centros de salud, escuelas primarias y secundarias y un terciario. Con atención a los casos sociales, a las personas que tienen menos ingresos, ancianos, madres solteras, personas solas y enfermas, jóvenes desvinculados del sistema educacional, exreclusos, y otros. Pero desde el Estado democrático sigue siendo satirizada, agraviada y ultrajada; desde los comentarios que permite en los medios de comunicación: “Les robó a los pobres. Lo peor es haberles destruido la dignidad” …. Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego. Es algo monstruoso. Pero el monstruo es verídico porque es aceptado por el sentido común. La bestialización a la vez es funcional al deseo del sujeto hegemónico porque se erige como limpio y puro. ¿Qué pasaría si en vez de mirar al monstruo, el monstruo nos mirara?