Guernica, Buenos Aires

Perseguida y violada por una denuncia

Una mujer de 28 años hizo un desgarrador relato del infierno que padece desde que testificó contra un sujeto por agredir a un hombre y su nieto y confesó que hasta fue abusada sexualmente por un cómplice del acusado.MANOlila

«No tengo ganas de vivir así», reconoció en forma desgarradora a un matutino porteño, Rosa Ester Ferreyra, que pasa sus días encerrada en su vivienda, producto de las amenazas de un sujeto contra el cual testificó por agredir gravemente a un hombre y a su nieto.

A partir de entonces, la mujer padece persecuciones en forma constante y dijo que hasta fue abusada sexualmente por un cómplice del acusado.

«Ya no soy la misma mujer», reveló la joven, que en las últimas horas volvió a ser advertida de muerte. «Hay veces que no quiero despertar», afirmó, reflejando el infierno que padece desde abril de 2013.

Ese año la joven, de 28 años, con su testimonio ratificó la denuncia realizada por Manuel Dalmasso contra Cristian Fernández por agresiones, en la localidad bonaerense de Guernica.

En días posteriores a brindar su versión de los hechos, Rosa recibió la violenta visita de Fernández y un grupo de familiares que arrasaron con su vivienda.

En aquella oportunidad el acusado efectuó cinco disparos y hasta le robaron la mercadería que ella vendía en la vía pública. Razón por la cual, sumado a las amenazas, jamás volvió a retomar su actividad laboral.

En la noche del pasado lunes, Ferreyra se hallaba en la puerta de su casa, en el barrio Las Lomas de Guernica, cuando debió ingresar en forma abrupta ante la cercanía del clan familiar de Fernández, conocido en la zona como «El Ruso».

Al respecto, Rosa indicó que «pasaron y tiraron piedras, palos hacia mi casa y gritaban que la iban a prender fuego con mis hijos adentro».

El ataque fue el desenlace de otras dos manifestaciones violentas el mismo día, una de ellas en perjuicio de su hijo, de tan sólo 9 años.

En tanto que la restante tuvo lugar cuando ella realizaba un trámite bancario, razón por la cual revela que «salgo a comprar y me siguen en un auto, me corren con palos. No puedo salir».

«Vivo encerrada, ni siquiera puede tender la ropa», contó.

Además los antecedentes de tamaño hostigamiento hacia la madre de cuatro hijos, incluyen un ataque sexual por parte de un sujeto que luego de violarla le dijo «esto es para que cortes la denuncia contra el Ruso».

El hecho tuvo lugar el 10 de noviembre pasado y dos meses después, Rosa enfatiza que «ya no soy la misma mujer, hasta siento vergüenza de lo que me pasó».

Por lo tanto, ante la postergada detención de Fernández, la víctima aseguró que «si tiene que golpearme y violarme de nuevo lo va a hacer. Siempre que me amenazó cumplió, porque vive enfrente de mi casa».

 

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