El presidente de Uruguay, José Mujica, hizo hoy balance de las políticas sobre salud sexual y reproductiva instauradas durante su Gobierno, a las que consideró «un deber casi civilizatorio» en un país «bastante envejecido» que «tiene estancado su crecimiento demográfico».
Con estas declaraciones el mandatario uruguayo, quien participó en el lanzamiento de la campaña de comunicación gubernamental «Más conciencia. Más vida» sobre salud sexual y reproductiva, se refirió a los logros en la reducción de la mortalidad materna y a la implantación de la Ley sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida en Uruguay.
Al respecto, el pasado noviembre el país suramericano aprobó el acceso gratuito a la reproducción asistida para las uruguayas adscritas a los servicios de salud estatales, sin limitaciones por estado civil, pero sí por edad (40 años).
«Si no cuidamos la matriz de la vida mal nos va a ir», señaló el mandatario uruguayo, para quien la actitud conservadora provoca que «estos problemas los tapemos, no los consideremos y sobre todo los sectores más débiles económicamente de la sociedad queden solos y postergados».
Así, Mujica hizo también mención a la Ley de interrupción voluntaria del embarazo por la que su Gobierno despenalizó el aborto en Uruguay en 2012.
En este sentido, precisó que la información facilitada en los centros de salud a las mujeres «que vienen con la decisión de realizarse una intervención para liquidar su embarazo», hace que «muchas retrocedan porque encuentran apoyos y no están perdidas».
«Como tantas cosas cuando no se las quiere ver indirectamente se las fomenta», lamentó Mujica, quien ante estos fenómenos cree que se debe apostar por el «mal menor».
La actitud conservadora es «natural», porque el ser humano busca «la estabilidad», pero cuando «se hace reaccionaria se vuelve negativa para el hombre», concretó.
El presidente uruguayo también explicó que la atención temprana de los embarazos «ahorra trastornos de todo tipo y contribuye a la vida de la gente».
El ministro interino de Salud Pública, Leonel Briozzo, por su parte, destacó que estas políticas hacen que las personas puedan vivir «con mayor felicidad, libertad y conciencia de que pueden y deben tomar las mejores decisiones».
Asimismo, mostró su satisfacción con las bajas cifras de mortalidad materna que sitúan a Uruguay tan solo por debajo de Canadá en la clasificación mundial de países con menor número de defunciones femeninas a causa de los partos.
«Creo que ya logramos mucho pero hay que seguir insistiendo y tratar de profundizar en estas políticas para que lleguen a todos los rincones de este país», arguyó Mujica, quien dictaminó que, por la distribución de recursos, la población rural del interior de Uruguay está «más expuesta».
Ésta es una tarea que «no termina nunca», porque «nos toca vivir en un mundo con enorme rezago en el trato a la mujer», sentenció.