La presencia de la mujer cubana es determinante en nuestra Revolución y se destaca en sectores como la salud, la educación, la colaboración internacionalista, la administración de justicia y la investigación científica.
En estos días de alegría, en que todo nuestro pueblo celebra un aniversario más del triunfo de la Revolución y el regreso de sus héroes victoriosos a la patria, las mujeres tenemos razones especiales para festejar. Aunque pudiera parecer “natural” la alta presencia de mujeres en casi todos los sectores de la vida del país, ese ha sido un espacio conquistado por las cubanas en este último medio siglo, gracias a la voluntad política del gobierno revolucionario, que reconoció que estaban sometidas no solo a la explotación por razones de clase, sino también por su raza y por su género.
Nuestro Comandante en Jefe, Fidel Castro, afirmaba en la década del sesenta: “cuando se juzgue a nuestra Revolución en los años futuros, una de las cuestiones por las cuales nos juzgarán será por la forma en que hayamos resuelto en nuestra sociedad y en nuestra Patria los problemas de la mujer, aunque se trate de uno de los problemas de la Revolución que requieren más tenacidad, más firmeza, más constancia y más esfuerzo”.
Para llevar adelante ese proceso, las mujeres, impulsadas y apoyadas por Fidel, y lideradas por Vilma Espín, crearon la Federación de Mujeres Cubanas que cumplirá este agosto 55 años. Múltiples han sido las acciones realizadas para propiciar la elevación del nivel educacional, cultural, político, ideológico de las mujeres y por potenciar su incorporación a todos los ámbitos y niveles de la sociedad cubana.
Las cifras ilustran esta Revolución dentro de la Revolución: las mujeres constituyen más del 60 por ciento del total de las personas graduadas en la educación superior, el 48 por ciento de los ocupados en el sector estatal civil, el 48,86 por ciento de los diputados y encabezan los gobiernos en diez provincias del país, por solo citar algunos datos.
Su presencia es determinante en sectores como la salud, la educación, la colaboración internacionalista, la administración de justicia, la investigación científica y se abre paso también en las nuevas formas económicas como beneficiaria de tierras en usufructo, trabajadora por cuenta propia o cooperativista.
Hoy, con optimismo y confianza, enfrentamos los retos y desafíos de los nuevos tiempos. La FMC, que cuenta ya con más de cuatro millones de federadas, se encuentra en un proceso de renovación y fortalecimiento donde se articulan la continuidad de los objetivos para los que fue creada, con una labor más diferenciada en cada comunidad, la promoción de las jóvenes y un trabajo preventivo más integral, entre otros programas.
Las profundas transformaciones en la condición y posición de las mujeres cubanas, la autonomía política, económica y física alcanzada, son consecuencia directa de estos gloriosos 56 años de Revolución y de la labor de la organización femenina en la lucha por la igualdad de derechos y oportunidades de las mujeres.
Como bien dijo Vilma Espín, artífice de la unidad de las cubanas, “somos protagonistas de una Revolución que nos ha enaltecido, que nos ha hecho dignas, que ha hecho posible el ejercicio de todos nuestros derechos”.
Federación de Mujeres Cubanas