Más de un millón de chicos sufren violencia de género

Son víctimas cuando se los toma como venganza hacia el otro integrante de la pareja. Y también cuando presencian situaciones traumáticas en el hogar. Pueden sufrir problemas psicológicos o repetir esas pautas.

Más de un millón de niños en Argentina, alrededor del 10% de la población infantil hasta 14 años, es víctima de la violencia de género instalada en sus hogares, de manera directa cuando son castigados como venganza hacia sus madres y también padeciendo situaciones traumáticas relacionadas por las agresiones verbales, que derivan en problemas psicológicos gravísimos y la posibilidad de repetir esas pautas de los padres maltratadores en el futuro.

El abogado Julio Torrada, especialista en violencia de género y maltrato infantil, explicó a DIARIO POPULAR que «los chicos son las víctimas colaterales de la violencia de género instalada en nuestra sociedad, y el caso de Quilmes con la beba introducida por su padre golpeador en un lavarropas es apenas un exponente de este nefasto paradigma, con episodios brutales que ocurren todos los días».

Aunque en el último tiempo la realidad de los chicos, enmarcada por hogares que padecen la violencia de género, comenzó a emerger en la agenda pública, lo cierto es que para los especialistas son los grandes ‘olvidados’.

«Hay chicos que fueron asesinados por sus padres o parejas de sus madres, simplemente por ser hijos de quien consideran de su propiedad. Todo esto se está visibilizando muchísimo más, la sociedad está en alerta, sin embargo necesitamos rodear mucho más a las víctimas primarias, que son las mujeres, y también a los chicos, que claramente están en la línea de fuego. Argentina supera el 10% de su población infantil en riesgo por esta problemática», señaló Torrada.

En el último censo poblacional, del año 2010, se confirmó que la población asciende a 40.117.096 de habitantes. El 25% -más de 10 millones- está compuesto por niños de 0 a 14 años. Así, el grupo de chicos victimizado por violencia de género en sus hogares supera el millón de niñas y niños.

«Lo que debemos decir, siempre que abordamos la violencia de género, es que representa mucho más que golpes y agresiones físicas. Incluso no hace falta que un chico sea testigo directo de los momentos en que golpean a su madre para que sufra las consecuencias de la violencia de género», dijo Torrada.

Los niños que sufren este problema en sus ámbitos hogareños posteriormente presentan todo tipo de secuelas, como agresividad, fobias, miedos, insomnio, ansiedad, alteraciones en su desarrollo afectivo, agresividad, depresiones y pesadilla, que requieren de abordajes especializados, muchas veces ausentes. «El foco debe estar puesto en esas familias de manera integral, y esa mirada debe incluir apoyo a los niños», explicó el experto.