Neuquén

Madres e hijos de una causa por apropiación de bebés piden a los jueces que ordenen exámenes de ADN

Tres víctimas de la apropiación de bebés en Neuquén- dos de ellas durante la última dictadura militar- pidieron a la justicia que corrobore a través de los exámenes de ADN su identidad en el marco de una causa que logró revincularse con sus madres biológicas.dictadura militar_niños

Se trata de Sonia y Julio Manzini, y Raúl Barizone, apropiados cuando eran bebés, que con sus testimonios acreditaron ser víctimas de una trama de funcionarios judiciales, militares, e integrantes del sistema de salud de la provincia.

Los acusados -entre ellos dos jueces de paz y un militar- amparados en la impunidad de la dictadura fueron señalados en la denuncia formal de Sonia por cometer innumerables delitos contra mujeres pobres sobre todo pertenecientes a comunidades campesinas, mapuches y migrantes.

«Durante 1976, teniendo yo 10 años, el señor Julio César Quiroga ingresó a mi domicilio en el Barrio Lanín, calle Agustín Cacase, Junín de los Andes (…) con un bebé que a partir de ese momento se incorporó a nuestra familia como mi hermano bajo el nombre de Julio Rafael Manzini», detalló Sonia Manzini, que presentó la denuncia formal ante la Justicia a la que Télam tuvo acceso.

La denuncia, radicada en marzo de 2015, ante el fiscal general Pablo Parenti de la Unidad Especializada para casos de Apropiación de Niños durante el Terrorismo de Estado, en la Ciudad de Buenos Aires, fuera de la jurisdicción provincial, permitió abrir una causa que se sustancia en Neuquén.

Desde mayo fue girada a la Unidad Fiscal de Lesa Humanidad de Neuquén a cargo de Walter Romero y recayó en el Juzgado Federal 2 de la provincia patagónica, a cargo de Gustavo Villanueva, según fuentes allegadas al juicio.

Durante el proceso, tanto Julio como Raúl, apropiados en 1976 y 1982, respectivamente, se reencontraron con sus madres biológicas y junto a ellas reclaman al poder judicial que ordene la extracción de sangre para cotejar los ADN entre las víctimas y sus progenitoras y también entre ellas y sus apropiadores.

En la denuncia, Sonia Manzini señala como entregador de su hermano (Julio), a Julio César Quiroga, hoy fallecido, y hermano del actual intendente de Neuquén, quien en 1976 era Juez de Paz de San Martín de los Andes.

Además, apunta contra Raquel Briceño, su madre y jueza de Paz de Junín de los Andes, que actualmente y con 72 años, permanece en funciones aunque cumple una licencia que la mantiene separada del cargo provisoriamente.

«Mi madre me dijo que lo había traído la cigüeña, me exigió que no comentara nada a terceros y me dio a elegir la fecha de nacimiento del bebé. Yo le dije: ‘que cumpla el mismo día que yo’ y a partir de ese momento, mi hermano pasó a tener el 28 de agosto de 1976 como fecha de su propio natalicio», denuncia Sonia.

Los desgarradores testimonios de las víctimas y el reencuentro con dos de las tres madres biológicas, la de Julio y la de Raúl, en el trascurso del proceso judicial «son parte de la lucha por memoria, la verdad y la justicia», dijeron durante la conferencia de prensa del 3 de diciembre pasado integrantes de Tugún -Identidad Biológica de los Andes-.

La entidad junto a Madres de Plaza de Mayo (filial Neuquén y Alto Valle); la Asamblea Por los Derechos Humanos local; la Comisión por la Memoria de San Martín de los Andes; y la Red por la Identidad de los Andes acompañan a las víctimas en su pedido de Justicia.

«Esta búsqueda movilizó a la sociedad neuquina porque la población en su conjunto fue víctima del terrorismo de estado en Argentina», reafirmaron hoy integrantes de Tugún.

En este juicio de apropiación, según se difundió públicamente ese día, se visibiliza una parte de la trama de agentes del Estado que estuvieron comprometidos en este tipo de delitos, entre ellos, jueces, titulares de registro civil, agentes de Inteligencia del Batallón 601, personal del Ejército, de Gendarmería y del sistema de salud.

(Sonia) Manzini, la denunciante que permitió abrir la investigación con su valiente denuncia, aún no recuperó su identidad perdida cuando fue apropiada en 1966, 10 años antes que su hermano (Julio), aunque existen presunciones acerca de su filiación, en el marco de la investigación.

Anotada como hija propia de Raquel Briceño, a cargo del registro Civil en 1966, y Roberto Rodolfo Manzini, militar retirado y compañero de los procesados en la causa del V Cuerpo, del Centro Clandestino de Detención, Traslado y Exterminio La Escuelita.

Su «primo» (Raúl) fue anotado como hijo propio de Raúl Barizoni, gendarme, actual delegado y antes presidente del Círculo de
Suboficiales de Gendarmería de Neuquén y Graciela Briceño, hermana de la jueza (su madre).

La causa revela la trama de complicidades e intereses institucionales puesta en juego antes, durante y después de la dictadura, señalaron los integrantes de entidades de la comunidad que acompañan a las familias separadas por medio de las apropiaciones de bebés.

 

Imagen : www.d24ar.com