Género

«Las únicas políticas de seguridad válidas son las sociales»

Analizar la inseguridad con una perspectiva de género implica que «las únicas políticas de seguridad válidas son las políticas sociales», sostiene la jurista feminista italiana Tamar Pitch, en una afirmación que comprime las reflexiones que compartió esta semana en Buenos Aires.Tamar

Los géneros, los feminismos, la cuestión penal, el control social y los discursos hegemónicos y contra hegemónicos son, a grandes rasgos, los ejes que viene desarrollando esta referente del feminismo europeo.

En su quinta visita a Argentina, Pitch presentó el libro «Contra el decoro y otros ensayos», de editorial AD-HOC, traducido y prologado por Gabriela Carpineti y revisado por Mónica Rozanski.

Antes de subir al escenario del auditorio de la Cámara de Diputados de la Nación para participar de un panel con referentes del campo político y sindical local, reunidas con la buena excusa de analizar los pasos a seguir luego de la convocatoria contra los femicidios que reunió a millares de personas en las calles del país bajo la consigna «Ni Una Menos», la especialista habló con Télam de seguridad, criminalidad y género.

«Si las mujeres pueden andar por la ciudad sin miedo, esa es una ciudad segura para todas las personas», asevera, lo que se logra aplicando políticas sociales, afirmación que basa en una investigación que hizo entre mujeres italianas que determinó que las que se sienten seguras en el espacio urbano «son las que tienen mejores condiciones sociales, económicas y culturales».

Pero esta realidad convive con la certeza de que las mujeres «tienen mucho más que temer de quien conocen bien, también íntimamente, y dentro de la casa o en los lugares de trabajo, que en el espacio público, el cual está para ellas aún negado, especialmente en ciertas horas y en ciertas zonas».

En ‘El decoro…’ la jurista comparte que en su país se redujo la tasa de homicidios de mujeres, pero habla de «una verdadera masacre» cuando se trata de femicidios (en Italia se usa el término femenicidio), ya que son la primera causa de muerte de mujeres entre los 15 y 40 años.

El dato, casi idéntico a lo que pasa con el asesinato de mujeres en Argentina, es uno más de los tantos que hacen que, culturalmente, ambos países compartan similitudes a revisar para modificar el estado de situación violenta hacia las mujeres.

Es lo que hizo cuando compartió panel con la defensora general de la Nación, Stella Maris Martínez; con la titular del Observatorio de Violencia de Género de la Defensorí­a del Pueblo bonaerense, Laurana Malacalza; con Sabrina Cartabia, de la Red de Mujeres; con Laura Sotello de ATE y con Romina Pzellinsky, del Programa de Género del Ministerio Público Fiscal.

Pitch interpela cuando invita a revisar la utilización del término «víctima» para hablar de las mujeres y también de otros sectores excluidos socialmente.

Ésto porque hay un modelo cultural “según el cual la ciudad es peligrosa para las mujeres, prohibida al libre uso y está atravesada por riesgos» y «quien desafía esta concepción se merece aquello que le sucede».

Revisar algunas «justificaciones» aparecidas en determinados medios de comunicación argentinos sobre los últimos femicidios de adolescentes que «salían solas», «sin control de los padres» o «usaban ropa y maquillaje no adecuado a su edad», es un ejercicio útil para poner en práctica lo que la jurista dice.

Y refuerza su concepto analizando que algunas “victorias» de las mujeres en el acceso a derechos se lograron “con el estatuto de ‘víctimas’, un estatuto que reitera el rol subalterno y reconoce su voz sólo cuando se reduce a eso“.

Cuando profundiza sobre las políticas sociales -«no creo en las políticas de seguridad» afirma- la profesional hace notar «cómo el desmantelamiento del Estado de bienestar y el ataque a la escuela pública pesan sobre las mujeres, agravando de manera exponencial la carga del trabajo doméstico, sostenido casi exclusivamente por ellas”.

Otra situación que emparenta a Italia y Argentina, cada país con sus particularidades, e invita a la reflexión.

Pitch no se priva de criticar con dureza el rol como gobernante y empresario de medios de Silvio Berlusconi: “El berlusconismo está basado en el miedo a las mujeres como sujeto, que deben ser por lo tanto controladas y limitadas”.

La jurista dice mucho más en su obra: «el uso político de la pública decencia», ensayo que está acompañado en el libro por «Los riesgos de la seguridad urbana» y «Justicia penal y libertad femenina».

El encuentro fue impulsado por la Red de Mujeres, el Frente de Mujeres del Movimiento Evita, Somos Todas y la Campaña contra la violencia hacia las mujeres, la CTA de la Ciudad de Buenos Aires, el Espacio de Géneros de ATE Capital, la Secretaría de la Mujer del Partido Justicialista porteño y el Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género de la Universidad de Buenos Aires.