Les tomaron declaración a allegados de la chiquita de once años a la que le tuvieron que realizar un aborto. Ya obtuvieron una muestra de ADN para cotejar con el de los sospechosos.

El Poder Judicial escuchó las versiones del círculo más cercano de la nena de once años que el viernes tuvo que ser sometida a un aborto terapéutico. Ahora aguardan que concluya su internación para entrevistarla a través de una cámara Gesell. En el hospital ya obtuvieron una muestra de ADN para cotejar con el de los dos sospechosos. Intervino la Oficina de Atención a la Víctima.
La niña concurre al sexto grado de una escuela primaria de Cipolletti y se descompuso el jueves dentro del establecimiento educativo. Hasta entonces nadie sabía de su embarazo, que fue producto de una violación. Los docentes llamaron a la mamá de la criatura y fue derivada al hospital. En la guardia enseguida advirtieron los síntomas de un embarazo. Y cuando le practicaron una ecografía supieron que llevaba casi cinco meses de gestación.
El viernes la madre hizo la denuncia en la Fiscalía y se activaron todos los mecanismos que contempla la ley 4796, de abortos no punibles, que fue sancionada en Río Negro en noviembre de 2012. En su segundo artículo la legislación establece que «se podrá solicitar la interrupción del embarazo en caso de: peligro para la vida o para la salud de la mujer; cuando el embarazo provenga de una violación o cuando el embarazo provenga de un atentado al pudor de una mujer demente». Entre los requisitos para llevar adelante el aborto debe existir el consentimiento de la víctima y una declaración jurada o denuncia.
La violación está siendo investigada en la Unidad Fiscal Temática 1, que contempla los delitos cometidos contra las personas.
El fiscal José Rodríguez Chazarreta confirmó que les solicitaron a los médicos del hospital la extracción de una muestra de ADN para cotejarlo con el de los sospechosos. Uno de ellos integra el círculo íntimo de la víctima.
Entre las medidas que se aplicaron desde el Poder Judicial también escucharon la declaración testimonial de los familiares de la niña. La cámara Gesell, que es fundamental en ese tipo de casos, se realizará lo antes posible.
La nena pesa 30 kilos y llevaba 19 semanas de embarazo. Su madre no había notado ninguna anomalía hasta que se descompuso. Por la gravedad de la situación, los funcionarios del Poder Judicial ordenaron la inmediata intervención de la Oficina de Atención a la Víctima.
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