INTRODUCCIÓN
Los sistemas de género permiten identificar lo femenino y lo masculino y la consecuente ubicación de mujeres y varones en cada tejido social; así se prescriben conductas y se orientan las expectativas de los y las sujetos sujetados/as individualmente y socialmente considerados.
Este trabajo busca exponer los argumentos que justificaron la subordinación de las mujeres, los que la refutaron y algunos contrastes con la realidad actual, en la que se constata permanentemente el rol de mujeres y varones en la reproducción del sistema patriarcal. Así asistentes sociales, educadoras, psicólogas y encargadas de custodia trabajan en educación o reeducación fuera o dentro de escuelas y cárcel respectivamente, en este sistema binario institucionalizado.
Esto permite ver que el rol de la mujer dentro de la familia también es necesario en su trabajo, pero con poder limitado y siempre subordinado.
LA JUSTIFICACIÓN A LA SUBORDINACIÓN DE LAS MUJERES
ARGUMENTO ARISTÓTELICO TOMISTA
Aristóteles separaba el conocer y el obrar. El conocimiento se reservó a algunos varones y fue sobrevalorado socialmente; el alma contenía la esencia humana y tenía una natural inclinación al saber; por otro lado las personas que hacían trabajos manuales entre los que ubicamos esclavos y mujeres, no eran sujetos de derechos sino de apropiación. En esta división del trabajo descansó la excusa histórica de asignación de roles públicos a los varones en tareas de trascendencia institucional y para las mujeres contenidos mínimos de lectura, escritura y música para preservar la educación doméstica y privada y a ello se suma la consideración dada a las artes que fue menor.
Luego Santo Tomás de Aquino sumaría el argumento teológico convirtiéndolo en divino e incontestable al afirmar que las mujeres son seres deficientes, pasivos y ocasionales. Citando el génesis es posible encontrar el principio de estas ideas: porque al momento de la creación, la mujer fue puesta en igualdad con el varón pero, desde el pecado original está detrás de él y vive con dolor su condición.
Esta posición medieval en algunos aspectos cedió con la modernidad ya que los feudos dejaron de existir con la migración de comunidades a las civitas y los pactos de vasallaje y honor desaparecieron, pero surgirán otros justificativos para la subyugación de lo femenino.
ARGUMENTO BIOLÓGICO
Las plagas que asolaron las civitas y el irrefrenable deseo del estado de mantener cohesión, ubicaron a la mujer en el cuidado personal y exclusivo de la prole y este fue el argumento médico sustentó las políticas públicas de contención de la población. Parafraseando a Itatí Palermo (2.006), entre los siglos XVII y XIX la mujer es colocada exclusivamente dentro de la familia y subordinada al poder estatal por la alianza entre estado y familia para armonizar objetivos sanitarios y educativos con métodos de vigilancia económica y moral.
A su turno Rousseau reforzó la idea del control del hombre sobre la mujer, señalando que su educación debía ser exclusivamente práctica dedicada a las habilidades domésticas, al servicio del marido e hijos, resaltó su inferioridad respecto de aquél y a su favor reconoció sólo astucia y belleza a la que el hombre debía sobrevivir y que con el matrimonio cedía.
ARGUMENTO CIENTÍFICO
La ciencia como espacio exclusivamente intelectual y masculino encontró nuevos argumentos para segregar a las mujeres, a saber:
– El cerebro de la mujer pesaba menos que el del varón y por ello era inferior.
– Déficit físico, intelectual y moral de la mujer estableciendo una relación de tres a dos a favor de los varones para concluir que la conciencia de la mujer era igual a la de un niño, lo que con el matrimonio se supera.
– La inteligencia de la mujer causa daño a los hijos, argumento dado para contrarrestar el feminismo, que ya cuestionaba el lugar dado a la mujer de cuidadora del hogar.
ARGUMENTOS FILOSÓFICOS
Estos argumentos intentan poner atención nuevamente en el reino de las ideas. Weininger, citado por Viola Klein (1.965), afirma que las diferencias biológicas serían las del sexo y las psicológicas se identifican con el género, advirtiendo las diferencias caracterológicas. Afirmará que el alma de la mujer no tiene esencia, existencia, ni voluntad por lo que está excluída de existencia metafísica y así se parece a Moebius porque cree que la mujer centra su atención en la sexualidad, entonces lo mejor que puede hacer es casarse para realizarse en las áreas carecientes de desarrollo.
ARGUMENTO PSICOANALÍTICO
El psicoanálisis teorizó teniendo la sexualidad como referencia y explica las diferencias entre varones y mujeres desde la evolución de la psiquis para entender que la mujer se siente castrada por no tener pene de allí los celos, pasividad, masoquismo y el limitado sentido de justicia. Como forma de mantener el pene dentro suyo, la mujer acude a la maternidad y acepta finalmente la civilización patriarcal.
Las diferencias anatómicas marcan el comportamiento de mujeres y varones y el papel de la mujer estará establecido por deficiencia orgánica..
ARGUMENTOS DE LA JERARQUIA CATOLICA EN ENCÍCLICAS PAPALES
El pensamiento de la Iglesia Católica, si bien no es una teoría, influye en la conciencia social. Se advierte un permanente llamado a la mujer a responsabilizarse naturalmente del hogar y tareas domésticas, legitimando la ubicación subalterna de la mujer dada por la naturaleza y por Dios. Asimismo hay un espacio de imposible acceso para ella ya que la legítima pérdida de la virginidad solo sucede en post de la maternidad y también se requieren cualidades virginales de especulación y respeto a la naturaleza divina.
Es singular advertir que la moral católica predominó en lugares en donde la conquista impuso este modelo religioso como el norte argentino en especial.
CONSECUENCIAS DE LA NATURALIZACIÓN DE LA SUBORDINACIÓN FEMENINA
Los argumentos señalados -por sus orígenes filosóficos, religiosos y teológicos- fueron incontrovertibles y dieron lugar a los estereotipos que adjudican características apropiadas a uno u otro sexo. Contrariamente, afirma Scout, que el género es una forma de referirse a los orígenes exclusivamente sociales de las identidades subjetivas de hombres y mujeres.
La crítica a la subordinación de las mujeres fue el movimiento ideológico que contrarrestó los argumentos antes expuestos, haciendo uso de distintos espacios para hacer oír una voz contraria al sojuzgamiento de las mujeres.
En la antigüedad podemos citar a Antífona que ante la autoridad pública dio argumentos de moral, justicia y derecho al no permitírsele enterrar a su hermano. En Atenas, Agnódice fue llevada a la corte del tribunal Areópago y por una eficaz defensa pudo ejercer la medicina. En Egipto, las mujeres tuvieron protagonismo en esferas intelectuales y políticas. En Roma, las niñas, aún las de estratos menos pudientes asistían a escuelas públicas, pero el acceso a espacios laborales o de igualdad jurídica y social estaban reservados a las de clases pudientes.
El cristianismo con su visión de virgen y madre cualificó el lugar de la mujer y sumó al argumento aristotélico- tomista al teológico, marginando a la mujer y obligándola a llevar una vida digna y a custodiar el hogar. En el medioevo existían los conventos donde las mujeres podían estudiar, pero eran lugares cerrados donde la única forma de permanecer en ellos era adoptando vida novicial y sin contacto con el exterior.
En el siglo XV las mujeres tuvieron demandas de igualdad correspondidas con ideas de género. En el siglo XVII los argumentos de inferioridad física y metafísica de la mujer fueron rebatidos: mujeres de buena posición económica prestaban sus palacios para tratar temas culturales y filosóficos. Asimismo había intercambio epistolar de mujeres con reconocidos hombres como Descartes y Voltaire entre otros. Hubo importantes conclusiones, como el derecho de la mujer a decidir la vida que quiere, divorciarse y elegir la cantidad de hijos que desea. Poilland de la Barre en 1.673 dijo que la mente no tenía sexo. En el S.. XVIII por los avances de la imprenta y expansión de la literatura, las mujeres accedieron a espacios que por su carácter público, eran reservados a los varones, por ejemplo Marie le Jars de Gournay escribió ? igualdad de hombres y mujeres?
Diferentes autores concluyeron favorablemente que una educación diferente para las mujeres podría cambiar la situación de la mujer en sociedad y la sociedad misma vería notorios avances para sí. El Abate Mallet, advirtiendo el descuido de la educación de la mujer y consideró que se le atribuyeron artes ocultos, superstición y magia porque tenía más recursos intelectuales que los que se le podían reconocer. A su turno Helvecio hablará de igualdad a priori de hombre y mujer y explicará las diferencias entre ambos desde factores sociales y políticos, donde la educación juega un papel trascendente que permitirá cambiar las diferencias y mantenerlas en otro. Laura Bassi, en 1.732 se gradúa en Licenciatura en Filosofía en la Universidad de Bologna.
En la etapa prerrevolucionaria tenemos los cuadernos de quejas del período revolucionario donde mujeres anónimas reclamaron igualdad de derechos entre ambos sexos, la posibilidad de divorciarse y mayor educación. Condorcet defendió la igualdad de sexos y el acceso de la mujer a la educación y la ciudadanía y Olympe de Gouges afirmó que la mujer nace libre y permanece igual al hombre en sus derechos.
Luego Mary Wollstonecraft en 1.792 publicó ? Vindicación de los Derechos de mujer? y denuncia que la educación dada a las mujeres se basa en libros escritos por hombres y que no son estimuladas no pudiendo realizar estudios científicos que permitan orientar su inteligencia.
En Estados Unidos tenemos un hito trascendente y es el ingreso de las mujeres al Colegio Puritano de Massachussets que luego será la universidad de Harvard y la casa de altos estudios que más resistió el ingreso de las mujeres. Los quákeros llegados de Gran Bretaña tuvieron una actitud igualitaria de los sexos y en ese momento hubo más mujeres que reclamaron más derechos sociales y políticos.
HACIA UNA CRITICA ACTUAL DE LA SUBORDINACION FEMENINA
La desigual situación de varones y mujeres hoy representada por el androcentrismo, que alude al hombre como superior y a un modelo de masculinidad, tiene como consecuencia un sistema social sexista que consagra relaciones inequitativas basadas en la desigualdad y no en diferencias biológicas, sino en las políticas y sociales. Ello debido a que la discriminación e intolerancia hacia la otredad femenina como construcción social comienza fundamentalmente con la exclusión de la mujer de la educación, sigue en el mercado laboral en que por igual tarea que un varón suele recibir menor remuneración sin abandonar su responsabilidad de las tareas domésticas y en el caso de ser incluída en el sistema carcelario, se perpetúan los mecanismos selectivos de subordinación sobre aquellas marginadas desde su nacimiento.
Por el contrario, es la concepción de lo diferente la que subalterniza y convierte en desigualdad la diferencia, al no entender que la igualdad debe ser social y política, no biológica y psicológica. Graciela Morgade (2.001) nos remite a ello al afirmar que mucho más que determinaciones biológicas, los mensajes sobre cómo es y debe ser una mujer o cómo es y debe ser un varón son creaciones humanas y están relacionadas con la cultura predominante, con las formas de producción económica y con la distribución del poder social en un espacio y un tiempo histórico.
La escuela, como espacio social reproductor de la cultura y el conocimiento, no escapa a las consideraciones arriba expresadas que muestran concretas discriminaciones de género en:
– prácticas docentes que entre otras, esperan que las mujeres sean más tranquilas y los varones más violentos.
– Contenidos de asignaturas como las ciencias sociales que exhaltan virtudes heroicas de varones y dejan a las mujeres al cuidado exclusivo del hogar y la prole. Así, se niega la experiencia de las mujeres y sus aportes a la construcción de lo históricamente relevante.
– La elección de determinadas carreras y oficios.
– Textos escolares: que en imágenes y mensajes concretos consagran sexismo, clasismo y racismo; además reflejan una familia tradicional y urbana.
– la ocupación de cargos directivos que por mucho tiempo fueron sólo para varones.
– La redacción de los textos cuyos juicios son universales y masculinos, por ejemplo: ?todos los niños juegan en la playa??
Así podemos advertir que currículum expreso y oculto consagran estereotipos de género que frustran a niñas y niños porque impiden desarrollar habilidades que socialmente son consideradas de un sexo y no de otro. Es que los establecimientos escolares, como otras instituciones sociales, tales como organizaciones diversas y unidades carcelarias no sólo reflejan relaciones de poder, sino que reproducen y refuerzan las desigualdades existentes.Como corolario puede afirmarse que el control social se refuerza sobre las mujeres y es ejercido por varones y mujeres por lo menos en gran parte de él y esto permite explicar la selectividad existente en los ámbitos escolar, familiar, laboral y carcelario.
Es que éstas instituciones aplican un mismo programa con mismos objetivos: crear el papel que se le asigna a la mujer y luego mantenerla en él; ejerciendo y repotenciando el control social que en forma selectiva posiciona a mujeres y varones en subordinadas y amos, rol asignado a varones, blancos y económicamente pudientes.
En lo que respecta al sistema carcelario, parafraseando a Lucila Larrandart (2.000: 85) puede afirmarse que la detención femenina siempre se caracterizó por un modelo familiar basado en la reproducción y de un ambiente doméstico, con disciplina paternalista y administrada por figuras prevalentemente femeninas. Esto puede verse en los lugares de alojamiento de detenidas: los roles sociales se reproducen según la edad, el sector social y la edad.
Lo hasta aquí afirmado permite observar que los sistemas educativo y carcelario como anverso y reverso de un modelo de socialización determinado, tratan diferentemente a las mujeres ya que son consideradas agentes reproductoras de las pautas de control social. Además, sobre las que el control tradicional es frágil y caduco recae el peso de la ley con toda su fuerza. Muestra de ello es el aumento de mujeres acusadas de delitos contra la propiedad y de asociación con varones en la comisión de delitos más violentos; esto muestra, por un lado, un relajamiento en los controles y por otro que comparten con los hombres su pertenencia a los sectores más desprotegidos de la sociedad.
Todo permite advertir que lo contrario de la igualdad no es la diversidad sino la discriminación y la consecuente imposición de modelos que homogeneizando, niegan identidades.
PROPUESTA SUPERADORA
Desde siempre la humanidad se reveló contra conductas disvaliosas y en este caso urge una revolución cultural que debe ser empezada y llevada adelante por quienes entienden que el valor supremo es la vida y no las cosas.. Se trata de auténtica solidaridad, que puede ser posible compartiendo las experiencias humanas y no una ideología patriarcal que somete a mujeres y varones, pero subyuga a aquellas y a ellos les exige máximamente ?hasta que el cuerpo aguante?, con escasa o nula capacidad para mostrar afectividad, que en un juego perverso de asignación de roles estrictamente masculinos, están destinados a ensimismarse en el poderío que el patriarcado les concedió, lo que tiene tanto de autodestructivo como de infrahumano.
Urge una práctica reflexiva del estado en sus instituciones y actores para llevar adelante una política de estado que sea respetuosa de las diferencias y constructiva de un sistema de paridad de oportunidades educativas para el respeto de identidades femeninas y masculinas. Alessandro Baratta (2.000) dice que ésto permitirá reconstruir las reificaciones esencialistas de las dicotomías referenciadas y su utilización polarizante en la construcción social de los géneros de los ámbitos de la vida- público y privado, de la ciencia y de las instituciones de control de conducta.
Algunas sugerencias pueden ser:
– revisión y reflexión de la propia práctica de actores estatales para identificar los instersticios en que se refugian las dicotomías y subalternizaciones.
– Capacitación docente permanente basada en el respeto y promoción de las diferencias.
– Estimulación por igual a mujeres y varones, niñas y niños ? en ámbitos educativos y laborales- para el desarrollo de habilidades que no pertenecen a un sexo u otro, son importantes para la humanidad y su desarrollo.
– Atención de la diversidad en la que cada niña o niño pueda desarrollar su individualidad y en armonía con intereses colectivos.
– Asunción de actitudes de autocrítica en docentes que permitan detectar las propias barreras, imágenes y prejuicios y modificarlas para desarrollar habilidades transferibles en la escuela.
– Acciones concretas en unidades carcelarias para promover espacios de empoderamiento para mujeres que provienen, como la mayoría de la población carcelaria argentina, de sectores desfavorecidos, ya que no puede desconocerse que la prisionalización es en parte consecuencia de la vulnerabilidad de ciertas personas a la acción selectiva del sistema penal.
– Promoción en la ciudadanía de un cierto grado de alfabetización jurídica y de conciencia de que existen derechos en la sociedad que no se pueden subestimar.
– Acceso a la administración de justicia como garantía de igualdad.
Al decir de Marta Lamas (2.002) lo más importante de comprender una perspectiva de género impacta a mujeres y a hombres, y beneficia al conjunto de la sociedad, al levantar los obstáculos y discriminaciones, al establecer condiciones más equitativas para al participación de la mitad de la sociedad y al relevar a los hombres de muchos supuestos de género que son también un peso y una injusticia.
*CLAUDIA CAROLINA ALARCÓN
Abogada- Prof. En ciencias Jurídicas
BIBLIOGRAFÍA:
1- BARATTA ALESSANDRO, (2.000), ?El paradigma de género desde la cuestión criminal hacia la cuestión humana?. Identidad Femenina y Discurso Jurídico, Comp. Alicia Ruiz.. Editorial Biblos. Buenos Aires. 99:133.
2- GHERARDI NATALI, (2.000), ?Acceso a la justicia y servicios jurídicos gratuitos en experiencias comparadas?, en Haydee Birgin y Beatriz Cohen (Comp.) Acceso a la justicia como garantía de igualdad. Buenos Aires, Editorial Biblos.129: 175.
3- PALERMO ALICIA ITATI (2.006), Tesis de Doctorado: ?Mujeres y elecciones de carreras no tradicionales. El caso de la Universidad Nacional de Luján?. U.B.A.
4- PALERMO ALICIA ITATI y GRIBERG SILVIA, ?Mujeres y Trabajo en los textos escolares: crisis y perspectivas?. Revista Educere. Año 4, Número 11. Universidad de Los Andes. Venezuela.
5- PALERMO ALICIA ITATI (2.006) ?El acceso a las mujeres a la educación universitaria?. Revista Argentina de Sociología, año 4 N° 7, Consejo de Profesionales de Sociología.
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