Es un proyecto multisectorial y totalmente solidario que se construye gracias a la donación de cerca de 200 mil llaves recolectadas a lo largo de todo el país. El conflicto se desató por el lugar físico donde se está elaborando la estatua: el Espacio Memoria y Derechos Humanos (Ex ESMA).
De poder concluirse, el monumento será una imponente estatua de bronce de 10 metros de altura de una mujer de los Pueblos Originarios. Una mujer bella, sabia. Una mujer de 80 años, porque así lo quisieron las cientos, miles de representantes de las distintas comunidades indígenas que aceptaron este imponente homenaje y colaboraron con el proyecto.
Una, cinco, cien, miles de cientos de llaves recolectadas, acercadas, enviadas, donadas desde las 23 provincias argentinas están abriendo la puerta a esta obra monumental que pretende erguirse en algún lugar de la Ciudad de Buenos Aires. De poder concluirse, claro.
Andrés Zerneri es el artista plástico que se puso al hombro este proyecto. Corría el 2008 y en Rosario, en la inauguración del monumento a Ernesto «Che» Guevara –ese gigante que se eleva en la plaza homónima-, Osvaldo Bayer le sugirió a Zerneri realizar un homenaje a los Pueblos Originarios con el mismo sistema de donación de llaves. Porque el monumento al Che se hizo así: con la donación de 75 mil llaves, lo que equivale a tres toneladas de bronce.
Más ambiciosa aún que la que dio como resultado la estatua de Guevara, esta iniciativa se propuso juntar 10 toneladas de bronce y construir, así, el Monumento a la Mujer Originaria.
Foto: Andrés Zerneri junto a Osvaldo Bayer. Monumento Mujer originaria oficial
Desde entonces, y a fuerza de recorrer provincias, localidades y pueblos, el Movimiento Memoria y Organización (MMO) –la asociación civil que se armó a propósito de este proyecto- logró juntar nueve toneladas de bronce: el 95 por ciento del necesario. Vecinos, artistas, políticos, referentes de movimientos sociales, escuelas, sindicatos, instituciones varias donaron las llaves.
En 2011, el Espacio Memoria y Derechos Humanos, que funciona en la antigua Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), les cedió a la MMO un lugar para que allí se construya el monumento.
Con el cambio de gobierno, sin embargo, las malas noticias llegaron: de manera intempestiva, aunque no oficial, el nuevo secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, le dijo a Zerneri que deberá abandonar ese espacio.
«Por la rápida lectura que (el secretario de Derechos Humanos) hizo, creo que lo han asesorado mal», le dijo Zerneri a DiarioPopular.com.ar. El artista detalló que fue «un pedido expreso y personal», como si el beneficiario de la obra fuera él mismo. «Como si fuera mi atelier», expresó.
Sin embargo, la postura de la MMO es firme: «No nos vamos a ir hasta no terminar con la escultura que nos encomendaron todas las personas que nos donaron las llaves».
«El MMO no es sólo una escultura o un homenaje a los Pueblos Originarios, es una expresión política que se manifiesta desde el arte y un apoyo a los más de 500 años de resistencia indígena«, aseguraron, en un comunicado, donde destacaron que «nunca» pidieron «subsidios ni contratos laborales, sólo un lugar para hacer la escultura en bronce más grande de la Argentina, la cual será donada a la Ciudad de Buenos Aires».
Para Zerneri, esta decisión de desalojarlos de la Ex ESMA está relacionada con «esta postura de desarticular proyectos o iniciativas en las que se ha avanzado en términos de derechos humanos». Al ser consultado sobre si hay una persecución ideológica detrás, el artista fue categórico: «No. Yo le he dado al gobierno saliente (de Cristina Fernández de Kirchner) algunos dolores de cabeza por mi compromiso con los derechos humanos de los Pueblos Originarios«.
Sin embargo, el escultor sí cree que la «personalización» puede estar relacionada con su pasado más reciente: Zerneri es el creador del monumento a Juana Azurduy, que tanta polémica generó por reemplazar al de Cristobal Colón, justo detrás de la Casa Rosada. Por aquel entonces, el artista había expresado su deseo de que la escultura de Azurduy «trascienda a los gobiernos».«Defendí mucho la construcción de ese monumento», recuerda hoy.
Luego de conversar con Zerneri, Diario Popular se comunicó con el área de Prensa de la secretaría de Derechos Humanos de la Nación, para obtener la versión del funcionario en cuestión. Pero no obtuvo respuesta.
«A nosotros nos gustaría que, lejos de pedirnos que nos vayamos, nos apoyen», manifestó el escultor. «Sería bueno que nos contemplen en esta iniciativa del Gobierno nacional de inclusión de los Pueblos Originarios en lo que tiene que ver con defensa de los derechos humanos», concluyó.
Imagen : Diario Popular