Jessica Gopar participó este lunes de la sesión especial que realizó el Concejo Deliberante a dos meses de la desaparición del navío y exigió mayor información. «Nuestros hijos tienen el derecho de saber la verdad», dijo
A dos meses de la desaparición del ARA San Juan, Jessica Gopar, la esposa de Fernando Santilli, uno de los tripulantes 44 que se encontraba dentro del navío que resultó extraviado, habló sobre su dolor en el marco de la sesión especial que se realizó este lunes en el Concejo Deliberante.
«Yo creo que no va a volver nunca más», sostuvo la mujer en diálogo con la prensa y reclamó: «No sé si algún día voy a tener algo para enterrarlo, dejarle una flor o lo que sea».
Había sido el 23 de noviembre cuando Gopar estaba colgando un mensaje de esperanza en la Base Naval de Mar del Plata para su marido y los demás submarinistas, «levantaron la barrera e hicieron un gesto con la cabeza». Ese día le dijeron que no había sobrevivientes.
El reclamo principal de la mujer y de los otros familiares de los tripulantes por estos días, es la información. Es para ellos lo único que puede calmar el dolor que sienten. «Todos los días esperamos que se sepa algo más», dijo y señaló que aunque ella los únicos datos en los que cree son los oficiales, «son pocos».
«Nuestros hijos tienen el derecho de saber la verdad», sostuvo la mujer y contó que Stefano, el pequeño de apenas un año «sigue diciendo papá». «Él tiene un papá y me duele que no lo pueda ver ni disfrutar», expresó.
Finalmente, la mujer agradeció el apoyo del país ruso y del hombre norteamericano que envió obsequios navideños para los hijos de los submarinistas. «Yo me quedo con la gente que nos ayuda», indicó y reclamó con fuerzas que se sepa la verdad: «En seis meses como dice la ley no cerramos el ciclo. Tenemos que seguir aunque nos estemos muriendo por dentro».